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El acuerdo firmado este jueves para renovar el Pacto de Estado contra la violencia de género que el Congreso y el Senado aprobaron en 2017 y que caducaba en septiembre de 2022 nos puede hacer olvidar que en nuestro país, hay setenta mil mujeres protegidas con distintos niveles de riesgo y algunas necesitan vigilancia 24 horas al día. No solo eso, nueve mil menores están en riesgo o vulnerabilidad porque están viviendo esa misma violencia machista.
En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la mujer, un equipo de Informativos Telecinco ha acompañado a algunas de estas mujeres en situación de extrema vulnerabilidad y ha visitado las oficinas de la Policía Local de Getafe, en Madrid, en donde se atiende las llamadas de auxilios de muchas mujeres en peligro por la violencia de género.
Es el caso de María que oculta bajo este nombre ficticio casi 9 años intentando salir de la espiral del maltrato. María cuenta todas las amenazas recibidas por su pareja cuando vivían juntos, algunas llegaban a ser de muerte poniéndole un cuchillo en el cuello para que hiciera callar a un hijo que no paraba de llorar y le molestaba.
Los miembros del Equipo de Violencia de Género de Getafe que acompañan a María reconocen que el agresor es una persona reincidente y ha que quebrantado en varias ocasiones la orden de alejamiento.
Los agentes femeninos de la Guardia Civil que evalúan a María se interesan por la actitud de la pareja. Reconoce que él es una persona muy celosa y que incluso presiona a sus hijos con mentiras para que les confirmen si hay un hombre en la casa en la que ahora viven con su madre.
Su necesidad de control llega al extremo de mandarle mensajes a través de aplicaciones en las que les dice que ya no tiene ganas de vivir y que está pensando en quitarse la vida, como forma de presionar a su expareja.
En la sala 900 de la Unidad de Apoyo y Protección de la Mujer de la Policía Municipal de Madrid se reciben 60.000 llamadas de peticiones al año, la mayoría de ellas con sentencias a su favor por parte de los juzgados de violencia de género.
Su labor es básica para proporcionar a estas mujeres en situación de vulnerabilidad extrema la máxima protección, lo que incluyen acompañamientos y labores de vigilancia. Solo en Madrid hay 1.700 mujeres con protección policial. Una cifra que sube hasta las 70.000 mujeres en toda España.