Un "hombre de respeto" y un patriarca gitano en el dispositivo del cementerio de Torrent tras el tiroteo de hace un año

  • José Luis, a pesar de su juventud, es una persona con ascendencia dentro de la comunidad gitana de Torrent

  • La misión del patriarca y del "hombre de respeto" es mediar si la situación se pone tensa para evitar incidentes

  • Policías armados vigilan los accesos al camposanto donde se han colocado detectores de metales para detectar armas

Dentro del fuerte dispositivo realizado por la Policía Nacional, en colaboración con la Policía Local en el cementerio de Torrent con motivo de la festividad de Todos los Santos, justo un año después del asesinato de dos personas en un tiroteo, los agentes cuentan con la colaboración de "un hombre de respeto" y de un patriarca de la comunidad gitana.

Junto a la puerta del camposanto, José Luis espera tranquilo, desde primera hora de este lunes, junto a un policía para intervenir si fuera necesario. A pesar de su juventud, es lo que se conoce entre el colectivo gitano como "un hombre de respeto", una persona con ascendencia dentro de su comunidad.

Su misión en este dispositivo es mediar en caso de que la situación se ponga tensa y evitar cualquier conflicto. "Si alguien se pone agresivo, los agentes me llaman para que hable con ellos, que se tranquilicen, porque hablando se entiende la gente", explica José Luis Bustamante.

Registros y detectores de metales

Con el fin de garantizar la seguridad de los asistentes que acuden a visitar a sus familiares fallecidos, los agentes, incluso con armas largas, custodian las entradas, registrando los bolsos de los visitante. Además, en los accesos se han colocado detectores de metales. "La policía está haciendo un gran trabajo estos días y con los detectores tratan de evitar que se entren armas de fuego, navajas o cualquier cosa que no debe estar en un cementerio y que pueda provocar problemas", asegura.

En los casi tres días que está en marcha el dispositivo, los agentes no se han incautado de ningún arma. Además, las jornadas han transcurrido sin ningún incidente.

Sin duda, a ello ha contribuido, que no han acudido al cementerio ninguno de los miembros de los clanes que se enfrentaron a tiros el pasado año. "Afortunadamente está todo muy tranquilo y ni el patriarca ni yo hemos tenido que intervenir. Esperemos que siga así y que no vuelva a pasar lo del año pasado", señala José Luis, que añade que "un cementerio es un lugar muy sagrado para nosotros, lo que pasó no puede volver a ocurrir y no hay que llegar nunca a esos extremos".