Los niños de un colegio de Valencia rompen barreras con el deporte adaptado: "Juegan todos juntos, aunque no necesiten silla de ruedas"
David, el promotor de la iniciativa, empezó montando un equipo de baloncesto adaptado para que su hijo Paco, con Atrofia Muscular Espinal, pudiera jugar con sus amigos
Ahora practican más deporte inclusivos y quieren extender la iniciativa a otros colegios para acoger a más niños y poder jugar campeonatos
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Unos juegan al baloncesto, otros al badmington y el resto a hockey, pero lo hacen sobre una silla de ruedas, aunque no todos la necesitan. Todo empezó el pasado curso, cuando David se puso manos a la obra para que su hijo, Paco, un niño de nueve años con Atrofia Muscular Espinal pudiera practicar algún deporte acompañado de sus compañeros del colegio Tomás de Villarroya de Valencia.
Lo que parecía un sueño fue poco a poco convirtiéndose en una realidad. Primero empezaron formando un equipo de baloncesto adaptado, bautizado como "Los Panteras", para lo que tuvieron que conseguir varias sillas de ruedas que tienen un coste muy elevado. Un esfuerzo que tuvo una rápida recompensa, ya que muchos amigos de Paco quisieron apuntarse a esta actividad extraescolar para jugar con él.
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Ahora, un año después, el club "Sense Barreres" ("Sin Barreras", en Valenciano) cuenta con varias modalidades de deporte inclusivo. "Empezamos haciendo un equipo de baloncesto y ahora ya practicamos otros deportes adaptados e inclusivos en los que participan niños como hijo que tiene que utilizar silla de ruedas y otros que no la necesitan", cuenta David Coscollar, que se emociona al ver como su hijo y los otros niños se divierten. "Cada vez somos muchos más y he hecho muchos amigos", asegura Paco.
Sin duda, una forma diferente de hacer deporte y fomentar la inclusión de niños con discapacidades físicas y psicológicas. "Cuando están todos juntos no sabes quién necesita silla de ruedas y quién no. Lo que ves es que a todos les gusta jugar y compartirlo juntos", cuenta Pilar, madre de una niña sin discapacidad, que explica que "ella empezó a venir el año pasado y este curso ha dicho que quería seguir viniendo porque le encanta jugar con sus amigos".
Y eso se puede apreciar solo con ver a los pequeños reir y disfrutar mientras tratan de hacer una canasta. "Esta muy chulo porque también podemos jugar niños que no tenemos problemas en las piernas, aunque es más difícil porque tienes que controlar la silla y la pelota a la vez", explica uno de los pequeños. "Se apoyan unos a otros, los ves felices y es muy emocionate", asegura Yaiza, madre de Paco.
Seguir creciendo
Tras el éxito de la iniciativa, su promotor, David, sigue trabajando para llevar esta actividad extraescolar a otros colegios. "Al igual que el Tomás de Villarroya nos abrió sus puertas, queremos que otros centros se unan a esta actividad porque hay muchos niños que quieren apuntarse pero no pueden venir hasta aquí porque no lo tienen cerca",explica.
Por el momento, los padres de unos niños con discapacidad de un colegio de Fuerteventura (Canarias) ya ha contactado con él para formar un equipo de deporte adaptado. "Les vamos a prestar toda la ayuda que necesiten gracias a la experiencia que hemos adquirido aquí", asegura David, que se ha marcado como objetivo "poder crear torneos ligas o incluso unas multiolimpiadas en las que participaran varias escuelas".
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