El histórico bar Paquito de Paiporta se enfrenta a un nuevo cierre tras conseguir reabrirlo después de la DANA
Un agujero provocado por una bajante de aguas fecales en el local contiguo podría haber dañado la estructura
Jorge ha conseguido reabrir su barbería, aunque queda mucho por hacer, mientras que Prado tendrá que cerrar definitivamente su mercería al no poder enfrentarse a los gastos
Ernesto, perdió a su hermana y su sobrina en la DANA cuando iban a trabajar: "Salieron volando con una ola de agua"
ValenciaComo ocurrió con miles de negocios, el Bar Churrería Paquito de Paiporta, toda una institución en la localidad, con más de 50 años de historia, quedó arrasado por el agua y el barro el pasado 29 de octubre.
Con mucho trabajo y animados por su clientela, consiguieron abrir a medias el bar en diciembre y tras un mes y medio de obras consiguieron ponerlo a pleno rendimiento a finales de febrero. "Han sido meses de mucho esfuerzo y de incertidumbre por los problemas que iban surgiendo", explica Amparo Fransquet, propietaria del bar, que asegura que "hemos invertido todas las ayudas y más de 30.000 euros".
Pero cuando la pesadilla parecía que había terminado, ahora se enfrentan a la posibilidad de tener que cerrar de nuevo por un agujero en el suelo que afecta a su local y al bajo colindante. "Es un agujero que se produjo por la bajante del edificio de aguas fecales que no las retiraron hasta el pasado viernes. Ahora el problema es que estamos esperando a saber si la estructura esta dañada", lamenta.
Si fuera así, tendrían que bajar de nuevo la persiana y esta vez de forma definitiva. "Nos tendríamos que marchar y nos partiría la vida por la mitad. Tenemos tres hijos y mi marido tampoco sabe hacer otra cosa que no sea la hostelería".
La barbería de Jorge
El día de las inundaciones, los dos empleados que estaban trabajando en la barbería de Jorge en Picanya tuvieron que salir corriendo cuando el agua se colaba en el local. Perdieron prácticamente todo y aún así consiguieron abrir a las pocas semanas. "Lo limpiamos con la ayuda de los voluntarios, de amigos y familiares", explica Jorge Castro, propietario.
Tras retirar el barro y salvar parte del mobiliario, terminaron de adecentar el local y se pusieron a trabajar de nuevo. "Tenemos que dar las gracias a los clientes que son muy fieles y siguieron viniendo", afirma.
No sabe el dinero que han invertido hasta ahora, lo que sí que está seguro es que va a tener que aumentar el gasto porque todavía quedan muchos daños que reparar. "Todavía hay muchas humedades en las paredes, pero vamos a resurgir seguro", sentencia.
Prado ya no abrirá su mercería
La DANA arrasó su negocio, una mercería-lencería en Paiporta y su casa, aún así se enfrenta al futuro con entereza y dignidad, consciente de que la tienda en la que ha trabajado 18 años ya no va a volverla a abrir. "Es imposible remontar el negocio. Tenía dentro 300.000 euros en género. Acababa de llegar todo para la campaña de Navidad y se ha perdido", asegura Prado Mora.
Cinco meses después, se queja de que todavía no ha recibido ninguna indemnización del Consorcio de Seguros. "Lo llaman ayuda y no lo es, es algo que hemos pagado nosotros y que nos pertenece. En este tiempo no he recibido ninguna respuesta, solo que están valorando los daños".
Mientras tanto subsiste con el sueldo de su marido, a la vez que rehabilitan su vivienda, también dañada por las inundaciones, con el miedo en el cuerpo. "Yo tengo clientas que han fallecido. Tenemos miedo a que vuelva a pasar. Oyes agua y tiemblas. Entiendo que la gente se quiera ir, estamos en una zona inundable y puede volver a pasar porque no se ha solucionado lo del barranco del Poyo. Pero yo no me voy a ir, esta es mi casa", asegura.
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