David se lanza cada día al mar para protestar por la demolición de las casas de la playa Babilonia, en Guardamar: "Es injusto quedarnos sin nuestros hogares"

Así estaban las casas de Babilonia hace décadas y así están en la actualidad. David Renner y Fernando Mora
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AlicanteSin importar el frío ni la temperatura del agua, cada mañana David, antes de trabajar, se lanza al mar Mediterráneo y lo graba en vídeo para subirlo a su cuenta de TikTok con un objetivo, dar visibilidad al drama que están viviendo cerca de 60 familias, que van a tener que derribar sus casas situadas en la primera línea de la playa de Babilonia en Guardamar del Segura (Alicante). "Yo llevo toda mi vida viviendo en esa casa y es una pena y una injusticia que tengamos que derribarlas y quedarnos sin nuestros hogares", explica David Renner.

Este joven, de origen austriaco, vive con su madre en esa vivienda y no piensa dejar de luchar. "Empecé a hacer el reto el 31 de marzo y acabaré el 15 de septiembre que es cuando tenemos que abandonar la casa. Mientras estén en pie no voy a parar porque siempre puede haber una solución", señala.

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Sin embargo, después de décadas de batalla judicial, una sentencia del Tribunal Supremo en casación les deja en un callejón sin salida, a pesar de que corrige la sentencia de la Audiencia Nacional que obligaba a su derribo. "Señala que las casas son totalmente legales y en regla con la Ley de Costas, pero no entra a valorar la prueba sobre el impacto paisajístico y ambiental de las casas en la playa, y mantiene el fallo, por lo que procesalmente ya no podemos hacer nada", explica Manuel López, abogado de la Asociación de Vecinos de Babilonia.

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Ante esta situación, salvo sorpresa de última hora, al final de este verano los vecinos tendrán que desalojar sus casas tras el acuerdo al que han llegado con la Dirección General de Costas, que les obliga, además, a hacer frente al coste de demoler las viviendas. "Querían que nos marcháramos el 5 de mayo, pero era muy precipitado y conseguimos un acuerdo con Costas para hacerlo el 15 de septiembre, con la condición de que nosotros paguemos el derribo de las casas, que según los presupuestos que tenemos ronda unos 15.000 euros por casa. Es mucho dinero, pero menos del que tendríamos que pagar si lo hiciera la administración", señala Fernando Mora, vecino de Babilonia, que lamenta perder su vivienda habitual que pertenece a su familia desde hace décadas.

Un desalojo que obliga a Fernando a buscar una nueva vivienda donde residir. "A mis 40 años me tendré que ir con mi perro a vivir a casa de mis padres", lamenta Fernando.

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Una opción que no tienen David y su madre. "Todavía no sabemos lo que vamos a hacer, pero tendremos que buscar una solución", asegura resignado el joven.

Casas centenarias

La historia de las casas de Babilonia se remontan a 1929, cuando el arquitecto Fernando Mira presentó un proyecto para construir unas viviendas que permitieran fijar el movimiento de las dunas y en 1934 fueron autorizadas las concesiones de las casas por el entonces Ministerio de Fomento.

Durante décadas, las familias que obtuvieron estas concesiones pudieron disfrutar sin problemas de un entorno privilegiado, pero todo comenzó a cambiar con la Ley de Costas de 1988, que recogía que estas concesiones no podían prolongarse más de 30 años, por lo que expiraron en 2018.

Fue entonces, a finales de los 90 cuando se constituyó la Asociación de Vecinos de Babilonia. Fue precisamente en esa época cuando comenzó la decadencia de estas singulares viviendas coincidiendo con las obras de encauzamiento del río Segura en los años 90 y del espigón de su desembocadura que finalizó en 1994, que según los vecinos está mal construido. "La arena se fue retirando por el espigón, ya que al estar construido al norte impide la aportación de sedimentos y nos hemos ido quedando sin arena", explica Fernando.

El deterioro ha llegado a un punto en el que frente a las casas apenas queda arena, cuando llegaron a tener decenas de metros, dejándolas expuestas al mar y provocando pequeños derrumbes de las terrazas.

Precisamente, el riesgo de que las viviendas se vengan abajo con los temporales, agravados por el cambio climático, es uno de los argumentos que el Ministerio de Transición Ecológica esgrime para negar la prórroga de las concesiones, además, argumentan que son las casas, y no el espigón, las que impiden la regeneración del sistema litoral y dunar en ese punto de la playa.

En busca de un milagro

Tras el varapalo de la sentencia del Tribunal Supremo, la Asociación de Vecinos de Babilonia ha recurrido al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, sin embargo, esta instancia, que puede durar años, no paraliza el proceso de derrumbe de las casas, por lo que, de ganarla, las viviendas podrían estar ya derribadas.

Otra de las remotas opciones que les quedan a los vecinos es que se aprueben las leyes de ordenación de la costa de la Comunidad Valenciana o la ley nacional. Ambas contemplan un precepto que recoge la salvaguarda de núcleos urbanos históricos, como el de las casas de Babilonia, y que serían la salvación de estas viviendas casi centenarias que están a poco más de cinco meses de ser derribadas.

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