Alicante se resiste al cierre de 80 Mundos, la librería más antigua de la ciudad, para hacer apartamentos turísticos

Una empresa de Madrid ha comprado el edificio donde se ubica este referente cultural para los alicantinos y ha pedido a los propietarios que se marchen
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AlicanteHace unos días, 80 Mundos, la librería más antigua de Alicante, cumplía 41 años de historia. En una época dominada por internet, lo digital y las redes sociales, este aniversario sería motivo de celebración, pero los propietarios de este icono de la ciudad se enfrentan a un inesperado cierre o, como mínimo, al traslado de su sede de siempre en la calle General Marvá.
Si no se produce un giro de los acontecimientos, como se relata en muchos de los libros que se acumulan en sus estantes, la presión del sector turístico amenaza con cobrarse una nueva víctima. "Lo veías venir con la deriva que está tomando la ciudad, pero no te imaginabas que siendo una institución fuera tan frágil", explica Sara J. Trigueros.
El edificio donde se ubica 80 Mundos ha sido adquirido por un grupo empresarial madrileño, que va a transformar todos los pisos y los bajos del inmueble en apartamentos turísticos. "Nos reunimos con ellos, les tratamos de explicar el peso histórico y cultural de la librería, pero no ven que esto tiene un valor y solo les interesa la rentabilidad, porque nos dicen que nosotros no somos rentables para ellos", lamenta Sara.
En esa reunión, también les pidieron tiempo, porque la campaña de los libros de texto de septiembre y octubre supone una parte importante de sus ingresos, pero todavía no tienen una respuesta. "No querían que nos fuéramos a las bravas, pero cuanto antes mejor".
Indignación de los lectores
La noticia ha provocado la indignación de miles de alicantinos, que tienen en esta librería un referente cultural donde durante cuatro décadas se han celebrado centenares de presentaciones de libros o encuentros literarios. "El anterior propietario defendió este espacio de comunicación y de libertad durante la transición y cuando se jubiló quería que la cogiera alguien que mantuviera ese espíritu y llegamos los cuatro propietarios actuales, que habíamos sido clientes, y no queríamos que la librería muriera con él", explica Carmen Juan, otra de las dueñas.
Un legado que han mantenido hasta la fecha y que se refleja en las numerosas muestras de apoyo que han recibido de los alicantinos, que se resisten a perder la librería en la que nació su afición por la lectura y que ahora han transmitido a sus hijos. "Estamos recibiendo miles de mensajes y llamadas de lectores que no quieren que su casa se mueva de donde la han conocido siempre", asegura Carmen.
Unos apoyos que se han convertido en un movimiento que sueñan que pueda servir para mantener su ubicación o, en el peor de los casos, que les permita trasladarse a otro local. "Es muy bonita la respuesta de la gente, pero necesitamos algo pragmático, un espacio nuevo en el que poder continuar con este proyecto. La idea de la librería ha sido siempre la de ser la resistencia y en eso estamos, en resistir".