Estas medidas de obligado cumplimiento se han incorporado al Plan contra Inundaciones de la localidad tras la experiencia de vecinos que salvaron sus vidas
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Un colchón que flotaba en el agua y la determinación de Amparo y su marido, permitió que la noche de la DANA del 29 de octubre, pudieran salvar la vida de su hija impedida de 42 años. "Tienes a tu hija ahí y solo piensas en que pueda morir así, subida a un colchón, ahogada", recuerda esta vecina de Aldaia.
Ese día, el agua les sorprendió en su bajo vivienda situado a pocos metros del barranco de la Saleta. En cuestión de minutos, el agua y el lodo inundaron su casa. La única solución que encontraron fue subir a su hija a un colchón y sujetarlo para que no se hundiera. "Estuvimos siete horas con el lodo y el agua entre la nariz y la boca. Recuerdo que el agua estaba helada y que pensé en la película de Titanic. Si la hubiera cogido a brazos y hubiera intentado sacarla al corral me habría tropezado con los muebles que estaban volcados y se habría ahogado", asegura.
Pero pudieron resistir y a las cinco de la mañana unos vecinos les rescataron a los tres con vida.
A unos metros de ellos, Mónica estaba en su bajo con sus hijos pequeños cuando el agua empezó a colarse en su casa donde alcanzó 1,60 metros de altura. "Cuando vimos por la ventana que pasaban coches arrastrados por el agua, fuimos al corral colocamos la escalera y subimos a casa de mi primo. Eso nos salvó la vida, 10 minutos más tarde y no lo contamos", asegura.
Una salida a otra zona seca elevada, permitió a Carlos salvar la vida de la tía Trini, una anciana vecina también del barrio de la Saleta. "Cuando entramos en su casa estaba cogida de una cortina a casi dos metros de altura. Entre tres personas la rescatamos y pasamos la noche en una zona alta de una casa abandonada", recuerda este joven, que cuando empezó a llegar el agua al barrio rescató a varias personas mayores y las subió a puntos elevados, a salvo del agua.
Plan contra inundaciones de Aldaia
Las experiencias de estos vecinos y otros muchos, ha hecho que el Ayuntamiento de Aldaia introduzca unas modificaciones en su Plan contra las Inundaciones de obligado cumplimiento para los bajos vivienda situados en zonas inundables.
La primera medida consiste en que los bajos tengan acceso a lo que se conoce como zona seca. "Es una zona elevada, por encima de los dos metros, a la que puedan acceder los moradores de estos bajos a esperar el rescate", explica José Manuel Vázquez, director general de Urbanismo del Ayuntamiento de Aldaia.
La otra medida, obliga a que en estos bajos existan plataformas flotantes, ya sean colchonetas, chalecos salvavidas o cualquier otro instrumento que permita a los habitantes de la casa flotar ante la subida del agua. "Al principio pensamos que no fuera obligatorio, pero al conocer algunos casos como el de una vecina impedido salvar la vida porque tenía una simple colchoneta, decidimos que debía incluirse como norma general", señala el edil.
Una normativa que ya está incluida en centros hospitalarios y ambulatorios y que ahora se ha trasladado a los bajos viviendas para que en el caso de que vuelvan a producirse inundaciones como las del pasado 29 de octubre puedan salvarse vidas.