El caso de Loli Paul Sesé sigue sin resolverse pese al hallazgo de su fémur en Sagunto: el principal investigado niega cualquier implicación
El caso de Loli Paul Sesé, desaparecida en Sagunto, sigue abierto seis años después y aún no hay acusaciones firmes
Un fémur hallado en unas obras que no se paralizaron: las incógnitas del asesinato machista de Loli
El caso de Loli Paul Sesé, la sanguntina desaparecida el 22 de junio de 2019, sigue sin encontrar respuestas. El mes de febrero del año pasado se determinó que un fragmento de un fémur derecho humano hallado en mayo de 2023 durante unas obras en el viejo pantalán del Puerto de Sagunto pertenecía a ella.
Esto dio paso a que Juzgado de Instrucción número 5 de Sagunto reabriera la causa por su muerte, ya que se confirmaban las sospechas de la familia de que no se trataba de una desaparición voluntaria y que pudo ser víctima de un crimen.
En la causa figuran tres hombres investigados, pero ninguno de ellos ha sido todavía citado a declarar. Uno de ellos, de hecho, según recoge 'Las Provincias', falleció recientemente por causas naturales. Se trata de Ignacio, alias el 'Patachula', un varón que habría llegado a señalar que dio "un golpe" a Loli con ayuda de otras personas. Sin embargo, este extremo no se ha podido confirmar. Y todas las sospechas apuntan a una persona en concreto, Francisco L. G., la expareja de la saguntina.
La angustia por la desaparición de Loli y las sospechas de su asesinato
Alba, la hija menor de Loli, interpuso una denuncia formal por la desaparición de su madre en septiembre de 2019, después de que Francisco diera varias versiones sobre lo que ocurrió. En la última dijo que se había marchado a Barcelona a cuidar de personas mayores. Pero se ha demostrado que no fue así.
Loli figuraba en el programa de protección a las víctimas de la violencia machista por varios episodios de violencia con su novio; Francisco ingresó en prisión en noviembre de 2019 para cumplir una pena de cuatro meses por haber quebrantado de manera continua una orden de alejamiento que le impusieron con ella.
Pero el rastro de la sangutina se perdió el 22 de junio de 2019, meses antes de que Francisco entrara en prisión. Una de las hipótesis que barajan los investigadores es que ambos acudieran a la playa, cerca del pantalán donde se halló el fémur, para celebrar San Juan. Allí, presuntamente, podría haberse producido la muerte de la mujer, antes de que ocultaran su cuerpo en las inmediaciones.
No obstante, Francisco, con el que ha hablado 'Las Provincias', niega cualquier implicación en el caso, aunque ha confesado esta semana que le pegó "un empujón" a Loli que provocó que se diera "un pescozón", motivo por el que le habrían arrestado y pasó un fin de semana entre rejas. Según él, Loli le dijo con posterioridad que "había encontrado un trabajo en Barcelona para cuidar a personas mayores y que se iba". "Sabía que era medio enfermera y medio asistenta. Se fue, pasaron los meses y no decía nada. Y pensé 'eso es que estaba bien'", ha indicado la expareja de la desaparecida.
Francisco afirma que conocía a los otros dos investigados, el 'Patachula' y Santiago -un hombre con un terreno que fue rastreado-, de que iban con Loli de fiesta. El hombre, que tiene 68 años y se encuentra en una residencia de Valencia, niega haberle dicho nada a las hijas de la mujer y subraya que él era "un pagafantas" que pagaba las cervezas a la 'cuadrilla' de la saguntina. "A mí me relacionaron con la desaparición porque yo la mantenía y le daba cobijo. Cuando se desmayaba por ahí borracha me la traían y me la dejaban en la puerta. Entonces me tocaba cargar con el mochuelo", ha señalado el hombre, que ha llegado a reirse al recordar que le decían tener "mal gusto" por estar con ella y que ha acusado a Loli de haber sido "celosa".
El que fuera novio de Loli ha admitido que trabajó durante "tres o cuatro años" en una nave que se encuentra muy cerca del pantalán donde fue hallado el fragmento de fémur. Afirma que allí trabajo como artista fallero y que no acudió al lugar con ella, que Loli fue al local cuando estaba abandonado acompañada de otras personas. De hecho, relaciona la muerte de Loli con las compañías que tenía ella en aquel entonces. La sanguntina había atravesado problemas financieros y se encontró en una situación difícil con el alcohol. En ese momento, según la familia, se habría visto sometida por su pareja.
El Juzgado de Instrucción número 5 de Sagunto, a pesar de todos los indicios que se han recopilado, aún no ha decidido abrir juicio contra ninguno de los investigados porque es consciente de las opciones de una absolución. Las autoridades registraron sin éxito el domicilio de Francisco en Sagunto (donde convivió la pareja) y otros muchos puntos. Pero el hallazgo del fémur de Loli reforzó las sospechas de que fue asesinada. Lo sorprendente es que las obras en las que se halló el hueso no se detuvieron para tratar de buscar por completo los restos de la mujer, algo que causó indignación y que no entienden las hijas de Loli, que siguen pidiendo justicia para su madre y quieren que el responsable de su muerte pague por ello.