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Valencia, un año después de la DANA: la reconstrucción avanza, pero aún quedan muchas heridas por cerrar

Las obras continúan en el barranco del Poyo. Confederación Hidrográfica del Júcar
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ValenciaEn un recorrido por los barrios de la Almasereta de Picanya o el Raval de Algemesí parece que el tiempo se haya quedado congelado. Son solo dos ejemplos de los muchos que encontramos en los 84 municipios de la provincia de Valencia que sufrieron las devastadoras inundaciones provocadas por la DANA del 29 de octubre de 2024.

Viviendas en ruinas, comercios y garajes arrasados y ascensores inutilizados, impiden a los más de 800.000 vecinos damnificados alcanzar la ansiada normalidad. De las 30.000 edificios afectados por la barrancada, todavía quedan 760 en los que el ascensor sigue sin funcionar. Además, hay decenas de garajes clausurados y sus propietarios siguen esperando su rehabilitación para volver a dejar sus coches a cubierto.

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A los daños materiales se suma el estado psicológico que arrastran los afectados y, sobre todo, los familiares de las 229 víctimas que dejó la tragedia. La instrucción judicial de la gestión de la DANA, realizada por la jueza Nuria RuizTobarra, titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Catarroja, avanza, pero los máximos responsables de la Generalitat Valenciana, salvo la dimitida exconsellera de Emergencias, Salomé Pradas, siguen ocupando sus puestos, incluido el presidente Mazón, para desconsuelo de los afectados. "Necesitamos que Mazón dimita para hacer el duelo por nuestros familiares", ha asegurado Rosa Álvarez, presidenta de la Asociación de Víctimas Mortales de la DANA.

Mientras, la recuperación de las infraestructuras básicas dañadas por la barrancada sigue en marcha, aunque todavía queda trabajo por hacer.

Salud mental

Los trastornos psicológicos provocados por la DANA siguen afectando a miles de ciudadanos damnificados por la DANA. Un estudio realizado en la zona, revela que el 27,6% la población adulta sufre estrés postraumático. Solo en las Unidades de Atención al Trauma creadas por Sanitat han tratado en la zona afectada por la barrancada a más de 2.000 pacientes, más de un millar por estrés agudo, y otros 887 por trastorno postraumático, según ha explicado Bartolomé Pérez, director general de Salud Mental y Adicciones de la Generalitat Valenciana.

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Para mejorar en la atención psicológica de los afectados, el Consell transformará l'Alquería de Moret de Picanya (Valencia) en una unidad de referencia de atención al trauma en la Comunidad Valenciana.

La situación entre los más pequeños no es mejor. El informe 'Con el barro en la mochila', elaborado por Save the Children junto a la Universitat de València, revela que el 24% de la infancia valenciana afectada sigue teniendo problemas para dormir y que más del 30% reconoce sentir miedo a la lluvia, las tormentas o los truenos.

El estudio revela que los entre los niños se registrán mayores niveles de ansiedad o estrés persistente y a aumentado la dependencia de pantallas como mecanismo de escape. Mientras que los adolescentes manifiestan dificultades de concentración (12,4 %), pasan más tiempo con dispositivos electrónicos (11,0 %) y prefieren el aislamiento social (7,0 %).

Centros educativos

La DANA afectó a 115 centros educativos de 21 municipios, dejando a 48.721 alumnos sin clase después de la tragedia. Con el paso de los semanas, los estudiantes pudieron poco a poco volver a sus centros educativos, aunque miles tuvieron que ser acogidos por otros colegios e institutos durante el curso pasado.

Un año después, todos los alumnos ya han regresado a sus centros, aunque en siete se han instalado aulas prefabricadas, como son el CEP Lluís Vives y la EI Ausiàs March (Massanassa), el IES Berenguer Dalmau (Catarroja), el CEIP Orba (Alfafar), el CEIP Carme Miquel (Algemesí), el CEIP L'Horta (Paiporta), el IES Alameda (Utiel), y el CEIP Blasco Ibáñez (Alginet). Una solución de urgencia, a la espera de que los antiguos centros ya derribados, vuelvan a levantarse.

La recuperación de las carreteras, metro y tren

En los días posteriores a las inundaciones se pudo realizar un balance general de la devastación provocada en las infraestructuras. Centenares de puentes destrozados, carreteras arrasadas, decenas de kilómetros de vías de tren, cercanías y metro afectadas. La movilidad para cientos de miles de ciudadanos de la provincia de Valencia se vio gravemente afectada.

Un año después, las infraestructuras es donde más se ha avanzado, aunque todavía queda por hacer para su total reestablecimiento.

Las inundaciones afectaron prácticamente a la totalidad de todas las carreteras que trascurren por el área metropolitana de Valencia. En las semanas posteriores a la DANA, se reabrieron gran parte de las vías principales como la V-30, la V-31 o el bypass, además de carreteras autonómicas como la CV-33 y CV-36. Sin embargo, sigue habiendo deficiencias que están en fase de subsanación.

La barranca también arrasó buena parte de la infraestructura de metro y tren. Después de meses de trabajo, el 27 de junio quedó totalmente abierta la red de Metrovalencia.

La DANA también se llevó por delante casi 150 kilómetros de vías de alta velocidad y 270 kilómetros se vieron afectados, además dejó fuera de servicio las líneas C1, C2 y C3 de cercanías. La alta velocidad se reestableció en apenas dos semanas y las líneas C1 y C2 reabrieron en un mes. Sin embargo, la C3 sigue en proceso de rehabilitación.

Infraestructuras hidráulicas

El barranco del Poyo, por su parte, se hizo tristemente famoso tras las inundaciones. Por su cauce, circularon gran parte de las precipitaciones caídas y a su paso por las localidades afectadas provocó la devastación. A falta de un nuevo plan para evitar que se repita la tragida, la Confederación Hidrográfica del Jucar está reconstruyendo el barranco y reforzando las zonas dañadas, así como otros barrancos tributarios como el Gallego o la Horteta. Concretamente, las obras se extienden a lo largo de los términos municipales de Chiva, Torrent, Aldaia, Alaquás, Riba-Roja, Loriguilla, Cheste, Paiporta, Picanya, Massanassa y Catarroja.

En total, la Confederación Hidrográfica del Júcar ha puesto en marcha 17 obras de emergencia que se están ejecutando "de forma simultánea" en diferentes cauces e infraestructuras afectadas con una inversión de más de 220 millones de euros.

Respecto a los trabajos de reparación del Canal Júcar-Turia, continúan avanzando "a buen ritmo" y, en estos momentos, se centran en la construcción del acueducto definitivo en el barranco de la Horteta y en la retirada del acueducto de celosía provisional en el Poyo.

En cuanto a la reparación de la presa de Forata, los trabajos de los daños ocasionados por la dana en esta presa "también avanzan según lo previsto", han apuntado. La actuación cuenta con un presupuesto de 6,5 millones de euros y el hito más importante de esta obra de emergencia llegó a finales del mes de julio, cuando se restituyó la operatividad de la toma de riego de la presa, que permanecía taponada.

Otro reto es recuperar las infraestructuras dañadas bajo el suelo. El sistema de alcantarillado de los municipios afectados por las inundaciones sigue en proceso de reparación. Las últimas lluvias torrenciales registradas por la DANA Alice han sido una prueba de fuego que se ha superado con buena nota en la mayoría de los municipios que sufrieron la DANA del 29 de octubre de 2024.