Crece el tonteo entre Montoya y Anita en Honduras: un "sueño erótico", una canción de amor... ¡y hasta un improvisado tatuaje!
"¡Me aburro!": el grito de Anita a Montoya que ha dado pie a este auténtico momentazo
Los dos concursantes han protagonizado un tonteo en 'Supervivientes' lleno de confesiones: te contamos todo al detalle
Montoya le huele el cuello a Laura Madrueño y desata las carcajadas de la audiencia
Después del beso entre Montoya y Anita que vimos en 'Supervivientes: Tierra de Nadie' el pasado martes, el tonteo ente los dos concursantes ha continuado. Un tonteo que crece por momentos, esta vez llegando a hablar de cosas como de un "sueño caliente" o incluso cantando una "canción de amor" (por parte de Montoya). Era la propia Anita la que acudía a la frontera que marca una playa con la otra y exclamaba un fuerte: "¡Me aburro!" ante un Montoya que se encontraba a lo lejos, pero atento.
Montoya le recordaba a Anita que se venían fechas importantes para él, puesto que ha comenzado la cuenta atrás para la Semana Santa, unas fiestas muy importantes e históricas, sobre todo, en Andalucía (recordemos que Montoya es natural de Utrera (Sevilla)). "A ver, ponte la figura de Virgen", le pedía a Anita, que lo imitaba como podía.
Montoya le daba un beso en la frente que evidenciaba el cariño que se tienen mutuo. Además, las miradas cómplices que se echan el uno al otro nos hacen ver que la llama entre los dos concursantes de 'La isla de las tentaciones' está más viva que nunca.
Montoya le confesaba a Anita que había tenido un sueño con Pelayo y todo: "Que me comía mostachones". Pero no era el único sueño que había tenido el exconcursante de 'La isla de las tentaciones': "También he tenido otros sueños eróticos, pero no te pongo cara, a ti ni a nadie". Y le desvelaba algo que le ocurrió tras el sueño: "Se acercó Carmen Alcayde y le dije que qué hacía, si me quería dar un pico o algo", provocando las risas en la catalana.
Montoya le hace un tatuaje a Anita
Anita, por su parte, le contaba que en su playa, un cangrejo le despertó en la oreja: "Te lo juro. Y luego me ha pasado otro en la cara". Montoya le cantaba a Anita y esta le miraba con ojos de deseo. Por último, Montoya le hacía una especie de tatuaje a Anita con su inicial en la mano y esta le agradecía el espontáneo gesto besándole su mano.