Julio firma un durísimo trato con Don Benito para que le perdone la vida: "No te queda otra opción"
Don Benito descubre que Julio no se ha marchado del barrio
La gran sorpresa de Elena al descubrir uno de los secretos mejor guardados de Don Benito
Julio se escondía en casa de Elena y las favoritas después de que Don Benito le concediera una segunda oportunidad, no matarle como le había encargado Don César, pero con la condición de que se marchase muy lejos del barrio y que nadie le encontrase.
Mientras Julio estaba en casa de las chicas escuchaba unos ruidos y, no era ni más ni menos, que la mano derecha de Don Benito, que le advertía que las cosas no se le iban a poner fáciles y que su jefe estaba al tanto de su paradero: "Lo que pase contigo no está en mis manos, deja de intentarlo".
Poco tiempo pasaba hasta que Don Benito entraba en la casa y, tras atar a Julio, le advertía de que estos eran sus últimos momentos con vida, mientras le apuntaba con una pistola a la cabeza: "Te advertí que no volvieras, si te ve Don César me mata a mí, no me dejas otra opción. Lo siento por Elena, esta vez se va a tener que encargar ella de tu cuerpo".
Pero Julio, antes de que este apretase el gatillo, le advertía de algo: "Hay una buena explicación, no me haga daño, le sirvo más vivo que muerto. Sabemos cómo acabar con César". Lo que le explicaba más al detalle: "Le pido 48 horas y César dejará de ser un problema. El varón llega mañana, es su primo y llevan enfrentados años, se odian, él es el único que nos puede aportar algo contra César. Necesito ese tiempo. Quitarme a mí del medio no es la solución, el problema seguiría aquí. Si César se establece en Madrid, usted es el que más tiene que perder".
Don Benito, que dudaba mucho sobre qué hacer, le dejaba claro a Julio que le daba esta oportunidad, pero con una gran condición: "Antes, tendrás que firmarme este papel, es mi seguro por si algo sale mal. Me parece lo justo". Julio, al ver el contrato se negaba por completo a firmar esto: "Está usted loco, no pienso hacerlo".
"No te queda otra opción", le dejaba claro Don Benito y Julio terminaba firmando este papel con el que este le daba esta 48 horas para intentar llevar a cabo el plan contra Don César, pero con el que empeñaba el restaurante de su padre: "Tienes 48 horas, ni una más ni una menos, para que César abandone el barrio y deje de molestar, de lo contrario el restaurante será mío y estoy seguro de que a tu padre no le haría ninguna gracia que eso pasara". Pero Julio le dejaba claro que "no va a dejar que eso suceda".