Bronca descomunal entre Alejandro Nieto e Ignacio de Borbón: "Vuelve a ponerte así y tenemos un problema"

  • Todo comenzaba por el uso que Alejandro hace del champú

  • De pronto todo eran gritos cara a cara entre ellos dos, prácticamente frente a frente

  • Los supervivientes han tenido que ser separados por sus compañeras

Los decibelios han subido hasta niveles insospechados en Cabeza de León. Alejandro Nieto, Ignacio de Borbón y Marta Peñate se han encargado de que así fuera. Todo comenzaba por el uso que Alejandro hace del champú. Éste se defendía asegurando que a Marta “le molesta todo lo que hace”.

Pero del champú saltaron a la pesca: “Estás frustrado porque llevas tres días sin pescar”, le decía la canaria. Él le respondía diciendo que “amarga a todo el mundo”. Y ha sido entonces cuando Ignacio se ha sumado a la discusión: “Eso no es verdad”.

De pronto todo eran gritos cara a cara entre ellos dos, prácticamente frente a frente. Tanto, que Marta se veía obligada a separarlos: “¡Relájate, eh!”. Ana Luque se sumaba a Peñate para poner también tierra de por medio.

Pero de nada servía. Marta le decía a Alejandro que no le hablara mal “unga, unga”. El novio de Tania estallaba como nunca antes: “¡Que no me insultes más, ni simio, ni poll**! ¡Que yo soy una persona!”.

La bronca más fuerte de Alejandro Nieto e Ignacio de Borbón

Esta discusión desembocaba en otra mucho peor entre Alejandro e Ignacio. Ahora era el reparto de la comida el motivo del inicio de la disputa: “¡Que dejes de gritar!”, le decía el primo del rey a su compañero. El andaluz se acercaba hasta tenerle a escasos centímetros: “¡Te grito si me sale de la po***!”. Ignacio le pedía “que no le escupiera en la cara”.

De nuevo, Marta y Ana intentaban frenar una situación que empeoraba por momentos. “A mí te me vuelves a poner así y tenemos un problema, eh”, advertía Ignacio. “¡Ten coj**** y tócame, tú ten po*** y tócame!”. Andando cada uno en una dirección tras ser separados por sus compañeras, Ignacio le dedicaba unas últimas palabras: “Put* simio, gilpoll**”. “¡Flojo, egoísta!”, le contestaba Alejandro. “Tú eres un mierdas, que no sabes ni respetar a tu novia”.