Kiko Matamoros se convierte en el eliminado y dedica unas bonitas palabras a sus compañeros: “Me llevo a todos en el corazón”

  • Tras la salvación de Nacho Palau en ‘Tierra de nadie’, Ignacio de Borbón, Kiko Matamoros y Yulen Pereira se lo jugaban todo

  • Ignacio de Borbón se convertía en el primer concursante en librarse de la expulsión

  • Kiko Matamoros era finalmente el elegido por la audiencia y se despedía con un emotivo discurso

La noche comenzaba con una importante noticia para los nominados: las votaciones estaban de lo más igualadas. Tras la salvación de Nacho Palau en ‘Tierra de nadie’, Ignacio de Borbón, Kiko Matamoros y Yulen Pereira se lo jugaban todo. Uno de ellos iba a acabar la noche habiéndose convertido en ‘parásito’.

Carlos Sobera desvelaba a los supervivientes los porcentajes ciegos y todos alucinaban. Nadie se atrevía a decir cuál iba a ser el resultado final.

Ignacio de Borbón, primer salvado

Los nominados se ponían en pie para descubrir quién iba a ser el primer concursante en librarse la expulsión. Sobera pronunciaba el nombre de Ignacio: “Muchísimas gracias”, decía, ante el asombro de todos sus compañeros.

La eliminación de Kiko Matamoros

Kiko o Yulen. El presentador anunciaba que el concursante salvado era Yulen y, por consiguiente, Kiko se convertía en el eliminado. Después de despedirse de todos sus compañeros, el colaborador ha pronunciado un emotivo discurso.

En primer lugar, no ha dudado en dirigirse a su novia, Marta, y a sus hijas: “Sé que son las que han llevado el carro de mis salvaciones”. También ha querido mostrar su agradecimiento al público: “Gracias por haberme apoyado en sucesivas ocasiones”.

Después de hacer balance de su concurso, Matamoros dedicaba unas bonitas palabras a sus compañeros: “Hemos tenido de todo, nos hemos dicho de todo, pero me llevo a todos en el corazón”.

Sus palabras a Ignacio de Borbón

Eso sí, Kiko ha dedicado unos segundos de su discurso al más joven de la edición, con quien ha fraguado una sincera amistad: “Me llevo un amigo y lo siento así. Cuando tengas 30 años y yo 75 vendrás a mi casa, charlaremos y me contarás dónde has llegado, que será muy alto seguro”.