Los supervivientes sufren una fuerte tormenta en Honduras: pierden el fuego y Palito Dominguín pasa su peor día

  • 'Supervivientes' pasa por su momento más complicado: los concursantes se han enfrentado al peor temporal de la edición

  • Los habitantes de 'Cabeza de León' se quedan sin fuego, mientras que los desterrados consiguen salvarlo

  • Palito Dominguín sobre un mareo a causa de la tormenta y sus compañeros no se separan de ella

Las tormentas han llegado a Honduras. Temperaturas por debajo de los 15 grados, humedad, un fuerte viento y grandes lluvias, estas son algunas de las condiciones que han tenido que sufrir los supervivientes con la llegada del peor temporal que han vivido desde que están en la isla.

Las consecuencias del temporal más fuerte en Honduras

Los concursantes preveían lo que les quedaba por pasar e intentaban prepararse guardando sus pertenencias, creando refugios e intentando proteger su bien más preciado, el fuego. Tanto en una isla como en otra sufrían las consecuencias de las fuertes lluvias y el viento. Pese a sus esfuerzos, los refugios hacían aguas y terminaban mojándose hasta los huesos, siendo la humedad uno de sus peores enemigos durante el día.

Los concursantes de 'Cabeza de León' pierden el fuego y los desterrados consiguen mantenerlo

Los habitantes de 'Cabeza de León' ponían sus esfuerzos en preservar el fuego, pero no lo conseguían, teniendo que ver con sus propios ojos como se les apagaba. Algo que con la idea de Agustín, junto a Lola y Palito sí lograban. El que fuera presentador tenía la idea de guardar las cenizas en una sartén junto a ellos debajo del palafito, lo que hacía que resistiera encendido a la tormenta.

Palito Dominguín en su peor momento por culpa de la tormenta

Pasadas las primeras horas de la tormenta, la humedad y el frío empezaba a haces estragos en los supervivientes. Palito Dominguín era la más afectada, la concursante se quejaba de que se le había metido el frío en el cuerpo, algo que le hacía que no se encontrase nada bien, lo que terminaba con ella mareada y con una Lola desconsolada: "Me da mucha pena verte así. Siento impotencia de no poder ayudarte, lo siento". Y con sus dos compañeros desterrados muy preocupados y muy pendientes de ella en todo momento.