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Patricia Pardo homenajea a María de Maeztu: "Quiso cambiar España por la vía de la educación y lo logró"

Patricia Pardo homenajea a María de Maeztu, en 'Vamos a ver'.. telecinco.es
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En 'Vamos a ver', Patricia Pardo se caracteriza cada viernes de una figura histórica para rendir homenaje y destacar la vida y obra de personas relevantes. En el programa de hoy, 28 de noviembre, Patricia Pardo se ha caracterizado como María de Maeztu, la primera pedagoga de nuestro país.

Patricia Pardo ha comenzado el programa haciendo referencia a la figura de María de Maeztu: "Bienvenidos al aula de 'Vamos a ver'. Esta semana se celebra el Día del Maestro en honor a San José de Calasanz y por eso queremos rendir homenaje a una mujer que quiso cambiar España por la vía de la educación y lo logró, María de Maeztu, considerada la primera pedagoga de nuestro país. Su madre, maravillada por la inteligencia y el empeño de su hija, escribió en 1900 al mismísimo rector de la Universidad de Salamanca para lograr que su María pudiera matricularse. Aquel rector era Miguel de Unamuno. Él mismo llevaba a María de la mano hasta su clase porque, en un mundo de hombres, una mujer no estaba bien vista en la universidad".

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Patricia Pardo: "Fundó la institución que la convirtió en un referente del feminismo: la Residencia de Señoritas, el primer centro oficial destinado a fomentar la presencia de las mujeres en la universidad"

También recuerda uno de los mayores logros de María de Maeztu: "En aquella época, el 74% de las españolas eran analfabetas. Por eso María fundó la institución que la convirtió en un referente del feminismo: la Residencia de Señoritas, el primer centro oficial destinado a fomentar la presencia de las mujeres en la universidad. En aquella factoría de creatividad, personalidades como Victoria Kent o Clara Campoamor pudieron dar rienda suelta a sus reflexiones porque su directora no conocía el sectarismo, sino la libertad".

Por último, Pardo rinde homenaje a todos los profesores: "Si viajan al pasado, recordarán a ese maestro o maestra que fue mucho más que eso: fue soporte, fue inspiración y fue ejemplo. Mi recuerdo tiene aroma a chocolate y sabe a las bolitas de anís que las monjas nos daban los viernes a la salida. Aún hoy recurro a esos recuerdos para reafirmarme en lo importante que son nuestros maestros, porque ellos colocaron las primeras piedras de nuestra formación y esculpieron nuestra personalidad. María de Maeztu dijo que es verdad el dicho antiguo de que la letra con sangre entra, pero no ha de ser con la del niño, sino con la del maestro. Gracias a todos los profesores que se dejan la piel cada día para enseñar a nuestros niños y que, con su voluntad de educar, nos ayudan a crecer en cualquier etapa de nuestra vida, porque son maestros para toda la sociedad".