Tatiana: "Lo que queda por vivir aquí"

telecinco.es 20/10/2009 08:16

Las cosas en la casa espía están mucho más tranquilas desde ayer, aunque ya lo ha dicho una clarividente Tatiana: "Lo que queda por vivir aquí", rematando con ese divino "me encanta Gran Hermano" que suscribimos tantos. La rusa se está convirtiendo en otra Tatiana en su nueva casa, donde nos está narrando lo vivido desde un prisma pueril revestido a un tiempo de un sentido común incontestable.

Hemos pasado de ver una Tatiana borrosa tras el eco de sus propios gritos, encabronada y anulada por las compañías, a esta mucho más relajada, que disfruta de ver el culebrón a su alrededor. Ya se ha olvidado de "esos siesos siempre hablando de lo mismo", según sus propias palabras. De los aburridos cálculos nominatorios de Juan ha pasado a presenciar en primera fila un melodrama de envidias y celos que volvería loca a Mel, según confiesa la benjamina de las casas de Guadalix.

La división parece haber beneficiado a estas dos amigas, dado que también Melanie se ha pasado varios días diciendo que estaba mucho más tranquila ahora, sin tantos gritos a su alrededor. Está claro que se refiere a una Tatiana a quien escucha en la distancia, por lo cual no le cabe duda de que hay otra casa, que está cerca y además no muy bien insonorizada. Hasta escuchar a su amiga desde la otra casa le resulta molesto, en este caso dice que porque sufre al tenerla tan cerca sin poder disfrutar (cotillear, diría la interesada) con ella.

Volviendo lo más fugazmente que pueda al melodrama: las tres patas de esa incompleta mesa parecen observarse mutuamente, esperando que se mantenga la inercia del equilibrio inestable. Probablemente los tres saben que pierden si mueven ficha, especialmente Carol, cuya permanencia en el juego de verdad, es decir, en el programa, depende de los pasos que dé en los próximos dos días. No le compensa el juego pequeño ahora planteado, que por otro lado ha podido servirle para subir su caché una vez haya acabado esta aventura para ella. Dije ayer que su papel era el único imposible de entender para este gato, aunque hoy se me ocurren dos motivaciones, a cual más equivocada por su parte.

Si Carol pretende de este modo permanecer en el programa se equivoca. Ella misma está convencida de su expulsión este jueves, aunque puede que haya decidido quemar sus últimos cartuchos. También puede que pretenda salir ya para poder utilizar el programa como un trampolín hacia la fama, en cuyo caso hace también un esfuerzo baldío porque este programa ya no es trampolín de nada. Si bien puedo estar equivocado, teniendo en cuenta que he visto a Lis de colaboradora en un programa (a lo mejor están facilitándole el pago de los doce mil que debe).

El bucle de los últimos días parece ahora suspendido (o eso espero), a la espera de nuevos movimientos en cualquiera de sus tres protagonistas. No obstante, de todo lo hablado me llama la atención que hayamos caído en dos lugares comunes nunca resueltos de verdad pero suficientemente tratados en ámbitos tan dispares como la psicología, la literatura o el cine, por poner algunos ejemplos. ¿Lo que siente Indhira es amor o lo está confundiendo con una simple atracción sexual? Me inquieta que se considere de rango menor lo segundo, cuando es sabido que el sexo mueve el mundo, y así fue desde siempre.

Desde las tragedias griegas hasta la película '¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?', dirigida por Gómez Pereira y con inmejorable título; pasando por 'La Celestina' o las hechiceras del medievo; un erotismo refinado como el de Boccaccio o Sade; el amor burgués y el adulterio en Proust, Stendhal o Tolstoi; la fascinación por los pronombres en Salinas o 'El último tango en París'; e incluso el realismo sucio de Bukowski (segunda cita de la temporada). Siempre nos hemos ocupado de lo mismo. No inventamos nada, 'maricari'. El amor en sus mil expresiones, y el sexo presente en muchas de ellas. Lo que le duele a Indhira ¿es un amor o la pasión perdida? Probablemente las dos cosas. Claro que su ego herido habla por ella y la domina. Como decía Rochefoucauld: "En los celos hay más amor propio que amor". Pues puede ser.

Hablaba ayer con gran tino nuestro amigo balzac de conductas correctas, y yo me quedo en un estadio analítico conductual previo: el de las respuestas normales ante situaciones comunes. Si alguien quiere creerme cuando digo que no me influye una mayor o menor simpatía por cada uno de los tres protagonistas de esta historia, le diré que de las tres conductas una me parece completamente de libro. O sea, que no me sorprende nada, reconociéndola como humana y hasta vulgar. Me refiero a la de Indhira y me explicaré a continuación. Según estudios psicológicos realizados para comprobar las hipótesis de Greg White respecto de los celos, la persona 'celosa' (A= Indhira) siente celos en su relación con la persona 'celada' (B= Arturo) al aparecer el 'intruso' (C= Carol ahora, en la otra casa Melanie), debido a dos razones fundamentales:

  1. La pérdida de la relación representaría la pérdida de las recompensas y beneficios que dicha relación reportaba: la persona celosa ya no podrá compartir momentos de buena calidad o gratos con la persona celada: ya no conversarán, jugarán, dormirán juntas o tendrán relaciones sexuales, por ejemplo.
  2. La pérdida merma la seguridad en sí mismo o autoestima: para la persona celosa (A), la persona celada (B) habría de elegir entre ella (A) y el "intruso" (C) y habría optado por el último (C), lo que sugeriría que (C) es más importante o mejor que (A).

De libro, como dije antes. No sé si se podrá decir que está enamorada, pero no hay duda de cuáles son los mecanismos que le han conducido a una desazón acompañada de ciertos signos de depresión, un llanto prolongado y su reacción altiva ante la 'intrusa' Carol. Ve como se escapan los buenos momentos vividos con Arturo. Y su autoestima anda bajo mínimos, algo a lo que ha contribuido este borrico incapaz de medir las consecuencias de decirle a Indhira que debe ponerse dos kilos de maquillaje para estar bella. No es más feo que sugerir el enganche a alguna droga, como hizo ella en la misma o semejante discusión. Pero tampoco me exijan que compense cada dato con otro de igual ralea en el elemento opuesto. En definitiva, está claro que (A) y (B) se han dañado mutuamente, perdiéndose el respeto y rebasando los límites de lo permisible. No hace falta repetirlo en cada párrafo.

Solo dos apuntes y prometo salir de este bucle por ahora. No es cierto que Arturo se mantuviera siempre firme en su postura de no desear más que el goce sexual con Indhira. A saber, le dijo que la quería mucho, que le gustaba y hasta advirtió a Gerardo que contara con una mujer menos en la casa porque aquella estaba con él. De manera que tan solo quería sexo pero reservándose la exclusiva, una curiosa ley del embudo. También en el 'confe' llegó a decir que le tenía frito y estaba empezando a tener sentimientos hacia ella. Sé que son argumentos recurrentes pero deseaba dejar constancia de ello.

Por otro lado, se dice que Indhira no pudo ver nada entre Carol y Arturo, porque nada hubo. Coincido en que posiblemente ni le metió mano en la cruz de cámaras, lo cual hace menos explicable un comentario como ese, sin ninguna gracia y mucha malicia. Es cierto que no vio nada, pero como cuenta Punset (citando a Robert Sapolsky): "La diferencia entre nosotros y una cebra es que esta tiene que ver a la leona que se la quiere comer para estresarse y a nosotros, en cambio, nos basta con imaginarla". Nos basta con imaginar una situación de peligro para sentir terror.

Indhira es una mujer aterrorizada ante la posibilidad de que una intrusa impida totalmente cualquier posibilidad de reconciliación. Es su 'paranoia' (por así decirlo), no es del todo consciente de que ella misma ha desencadenado en buena medida lo que vino después, lo cual no quita para que se haga cruces imaginando verles yaciendo a su lado, en una cama a muy escasos metros de la suya. ¿Está chalada por imaginar esto? No, pienso que en absoluto. A riesgo de abrumar con las citas, decía Benavente que: "El que es celoso, no es nunca celoso por lo que ve; con lo que se imagina basta". Como dije antes, es Tatiana quien más sentido común le está poniendo a la historia, como cuando le dice a Arturo: "Lo está pasando mal porque está celosa, no hay más". Ella sí que sabe interpretar sin dobleces lo que pasa delante de sus ojos.

Cambiando de tema, creo que esta semana superarán la prueba semanal. En caso contrario igual morían de inanición, pero es que además les está quedando bien esa coreografía en la que los chicos van en silla de ruedas y las chicas no. En la casa 11 las parejas formadas han sido las siguientes: Gerardo-Saray, Hans-Laura y Ángel-Melanie. Por su parte, en la casa espía se han emparejado así: Toscano-Tatiana, Arturo-Carol y Carolina-Indhira. Carolina es la única chica que toma rol de chico, sentada en la silla, al ser en esa casa cuatro chicas y dos chicos. A destacar que a Toscano se le ha ocurrido sacar una rueda de la silla en un momento de su coreografía, lo cual es todo un golpe de efecto, y que entre las chicas de la otra casa es Melanie la que mejor baila. Saray no hace mucha justicia a su pasado de 'mamachicho' infantil y Laura debe estar llamada para otras labores, porque para lo que es el baile no.

Por cierto, no sé cómo lo han hecho pero Toscano finalmente ha logrado pasar a espiar en la cruz de cámaras, lo cual es de celebrar, especialmente después de todo lo que se ha criticado al respecto. Esa labor de espionaje les tiene algo desconcertados, y con razón. Ayer les dijeron que deberían adivinar algo de la otra casa y Arturo estaba en que igual debían enterarse de cómo están formando las parejas de la prueba. Es de suponer que sea una forma de justificar esa labor, ya que hasta ahora espiaban para tener una base a la hora de hacer la apuesta sobre la expulsión, pero ahora parecía que continuaban haciéndolo solo por inercia, o bien para pasar el rato.

Ayer adelanté que comentaría sobre Ángel y la larga conversación que tuvo con Hans en medio de la decisiva fiesta del viernes. Para quien se perdió esa velada, decirles que fue de las que hacen afición, y en esta edición ya llevamos unas cuantas. A primeros de septiembre yo pedía un Gran Hermano en el que hablaran mucho, y mis deseos se van cumpliendo con creces, especialmente durante las largas madrugadas. Esto es una gran suerte, excepto en casos como el de ese Ángel que, especialmente con alguna copa de más, se hace cansino y contradictorio a más no poder.

Como me da mucha pereza el tema, y además se genera una reacción de odio hacia este comentarista cada vez que critico al de la 'furgo', solamente diré un par de detalles que justifican mi aversión hacia personajes como este. Ángel es de esas personas que cuando hablan se sitúan a escasos centímetros de tu cara y encima utiliza un dedo acusador que igual le sirve para enfatizar sus palabras como directamente lo convierte en un puntero señalador con el que golpear a su interlocutor. Logró enervarme ver ese dedito golpeando una y otra vez el hombro de Hans, mientras este permanecía en silencio aguantando el monólogo acusador de Ángel.

En cuanto al contenido de su discurso, es de esas personas capaces de utilizar una retórica contradictoria en sí misma, del estilo de: "Fulano me cae bien y me parece un tío de puta madre, pero es que es un impresentable que se pasa mogollón y no le quiero ver cerca ni convivir en la vida con él porque es un auténtico hijo de puta". No son palabras textuales pero casi, y así durante un rato largo, por lo cual no me extrañó ver la cara de desconcierto de Hans que tornó en sorpresa cuando le pide perdón (con evidente retraso) y termina abrazándole. La obsesión que tiene Ángel con Indhira es patente, por lo cual no puede evitar lanzarle una puyita a la mínima, aunque lo más llamativo es que tras el abrazo se fue a 'Geranio' a decirle: "Confío más en ti que en él", refiriéndose a Hans. Menudo falso que es.

Y termino de una vez con una conversación entre Melanie 'Anastasia' (como la llama Carolina 'Maricari') y Saray. Según comentan ellas mismas, la primera lleva un retraso en su menstruación de quince días y la segunda de seis, a lo que comenta la de Ferrol: "A lo mejor me senté en la taza del baño y me he quedado embarazada con el esperma de Arturo". No diría yo que sí ni que no.

[Dejo cartelera con Melanie huérfana. Recuerda que ya puedes jugar al Test de Gran Hermano, donde podrás probar tu nivel de conocimientos sobre la historia del programa. Y también puedes ya solicitar tu sitio en el plató de Gran Hermano, rellenando un simple formulario].