Ya NO ES IMPOSIBLE saber lo que esconden los poderosos del mundo. No es imposible descubrir que se saltan las leyes que los demás tenemos que cumplir. Internet es el método más democrático y Wikileaks es el ejemplo de que se puede saber mucho de lo que hasta ahora sospechábamos pero no habíamos constatado.
Los periodistas del mundo estamos viviendo una nueva era en nuestro trabajo desde que cualquier ciudadano, sin intermediarios, puede hacer llegar material sensible a lugares donde se le tiene en cuenta. Julian Assange inventó una nueva manera de conocer lo que todos sospechábamos y por mucho que se empeñen ese camino no tiene vuelta atrás. Ahora veremos cómo intentan desacreditarlo, encerrarlo, destruirlo, pero su método será útil par siempre. Ya NO ES IMPOSIBLE que la verdad llegue a los medios de comunicación, ya hemos aprendido cómo hacerlo.
Estos días recuerdo continuamente a Lisbeth Salander: la protagonista de las maravillosas novelas de Stieg Larsson que con su inteligencia y sus conocimientos de informática logra vencer la trama de delitos mejor construida. Esta hacker sueca me recuerda a Assange, me lo recuerda todos los días. ¡Tantas veces he deseado que apareciera una Salander para levantar la camisa a los Gürtel, Aenas, Marsans y cía!
Ahora sabemos que eso NO ES IMPOSIBLE y en “Diario de...”. A nuestro correo electrónico: diariode@telecinco.es, llegan testimonios e historias que nos mandan personas hartas de que nadie les haya escuchado; quizá lo hacen porque saben que su mensaje estará en nuestras manos sin intermediarios y ya hemos demostrado que, si vemos que tiene visos de verdad, lo agarramos entre los dientes y no lo soltamos hasta completar sus denuncias.
Siempre confié en la denuncia directa; siempre pensé que el testimonio de personas desconocidas que por circunstancias de la vida son o han sido testigos de hechos delictivos, deberían tener un canal abierto para contar lo que saben. Estos días lo estamos viendo con Wikileaks. Miles de informaciones secretas están saliendo a la luz poniendo negro sobre blanco lo que nos hace cuadrar las cuentas. Desde aquí agradezco a los compañeros de El País el trabajo ímprobo que junto a otros periódicos del mundo, están haciendo para poder publicar, analizando lnea a linea, lo que ha llegado a sus redacciones sin poner en peligro vidas y poniendo contra las cuerdas a diplomáticos, políticos y poderosos del mundo. ¡Gracias a todos los que os estáis dejando las pestañas en ello!
NO ES IMPOSIBLE tampoco desengancharse de las drogas. Esta noche podréis comprobarlo en la última entrega de nuestro programa “Diario de...”
Drogarse es una decisión personal que mucha gente toma sin valorar cómo conseguirá deshacerse de la tela de araña cuando ya sea demasiado tarde. No creo en las campañas que intentan convencer a la gente de que no se drogue pero sí creo y lo hago con entusiasmo, en los métodos de muchos centros para ayudar a los que han caído a volver a una vida sin dependencia. Esta noche veréis cómo lo hacen, qué consiguen y dónde podéis acudir si lo necesitáis. Esa luz al final del túnel existe, es cara y lenta, pero existe. Os recomiendo que no os perdáis nuestro programa y ya me diréis lo que os ha sugerido.
NO ES IMPOSIBLE que los controladores dejen de chantajear a todo un país. NO ES IMPOSIBLE ponerlos a trabajar y evitar así que los daños que sus reivindicaciones laborales han provocado durante años en España, sigan perpetuándose hasta que acaben con nuestra paciencia. NO ES IMPOSIBLE defenderse de este colectivo que no dudo que tendrá sus razones para protestar pero que jamás apoyaré por sus métodos chantajistas. Felicito desde aquí a nuestro gobierno por la decisión rápida y eficaz que ha puesto a funcionar, de la mano de un decreto legal, nuestros aeropuertos.
NO ES IMPOSIBLE casi nada aunque muchos días nos parezca lo contrario. Sólo es imposible vivir si una enfermedad te hace llegar al final de la vida. Hoy veré el ataúd de una amiga querida que ha luchado con uñas y dientes hasta el final contra un cáncer; que nos ha demostrado que cuando durante años, todos lo dábamos por imposible, ella sacaba fuerzas de donde no había y volvía a sonreír. Hoy Blanca Toro descansará para siempre.