Así son las diez exparejas que lucharán por el futuro de sus hijos

Separados desde hace año y medio, tienen un hijo de 2 años. Son los más jóvenes del grupo. Ana tiene 24 años y es bailarina. César, 26 años, es cantante de una orquesta de Almería. Actualmente viven en casa de sus respectivos padres. Su relación no funcionó por las continuas discusiones motivadas por los celos de Ana, aunque ahora tienen un trato cordial. Ninguno de los dos ha vuelto a tener una relación seria. Ella confiesa que sigue enamorada y quiere reconciliarse; él desearía que volvieran a vivir los tres juntos.

Separados desde hace año y medio, tienen dos hijos de 8 y 4 años y son de Toledo. Joana tiene 31 años y es camarera. Rubén, 34 años, es empresario en el sector de alarmas y vigilancia. Ninguno de los dos tiene pareja actualmente. Se conocen desde niños. De hecho, Joana asegura que "él es el amor de mi infancia". Rubén, por su parte, dice que Joana es la mujer de su vida, y que si no hubieran tenido problemas económicos, aún seguirían juntos.

Madrileños, separados desde hace dos años y medio, tienen tres hijos de 13, 11 y 5 años. Vanessa tiene 37 años y es comercial de una compañía de telefonía. José, 39 años, trabaja en negocios relacionados con el mundo del automóvil. No se ponen de acuerdo en el motivo de su ruptura. Vanessa cuenta que se sentía encerrada en su matrimonio y que José le fue infiel en varias ocasiones. José reconoce las infidelidades, aunque les quita importancia, y cuenta que su error fue querer proteger a su mujer. Además, dice que ella también le fue infiel.

Son de Barcelona, están separados desde hace tres años y medio y tienen una hija de 6 años. Loli tiene 39 años y es manipuladora de alimentos en paro. Manuel, 35 años, es encargado en una empresa de accesorios para camiones. Cuando nació su hija, Loli se volcó totalmente en ella y descuidó su vida de pareja.

Divorciados desde hace año y medio, tienen dos hijas de 13 y 8 años y viven en el País Vasco. Maika tiene 43 años y es diseñadora de interiores en paro. Pedro, 46 años, también está en el paro. Un amor de juventud de Pedro fue lo que provocó la ruptura del matrimonio. Tenían una relación por mail, Pedro imprimió unos mensajes que esta chica le había enviado para leerlos en el trabajo, la impresora se atascó, y cuando volvió a funcionar y empezó a escupir los papeles, era Maika la que estaba delante. Él dijo que solo era una relación de amistad, pero Maika nunca le creyó ni le perdonó.

Divorciados desde hace 3 años, tienen tres hijas de 16, 10 y 8 años. Son de Tudela. Mónica tiene 41 años, Pablo 37 y son propietarios de una tienda de ropa. Estuvieron juntos más de 10 años, hasta que, según Mónica, se cruzó en su matrimonio una camarera que medía dos palmos más que ella. Para Pablo, lo que pasó fue que se les acabó el amor.

De Burgos, divorciados desde hace 5 años, tienen una hija de 8 años. Raquel tiene 29 años y Carmelo 37. Trabajan juntos en el negocio de Carmelo, una empresa de neumáticos de segunda mano. Raquel y Carmelo se separaron amistosamente porque ya no eran felices como pareja. Fue ella quien dio el paso, y él lo entendió perfectamente. Aun así, el detonante fue que ella, tras pasar su primera juventud cuidando de su familia y de su casa, decidió empezar a estudiar. Al salir de casa y conocer otro mundo, descubrió todo lo que se había perdido.

Son de Madrid, están divorciados desde hace 4 años y tienen una hija de 6 años. Laura tiene 29 años y prepara oposiciones a Policía Nacional. Roberto, 32 años, es ingeniero y diseñador industrial en paro. Laura y Roberto no coinciden en la causa de su separación. Roberto cuenta que hubo una tercera persona, y Laura dice que la familia de él nunca la aceptó.

Separados desde hace 2 años, tienen un hijo de 7 años y una hija de 17. Son de Valencia. Sandra tiene 32 años y tiene una peluquería. Mikel, 36 años, también es empresario. Según Sandra, lo suyo con Mikel siempre fue una relación pasional; empezaron a salir y muy jóvenes y la convivencia se deterioró rápidamente. "Yo tenía tres hijos, no dos", "No me sentía bien como mujer, él era un dejado y un pasota". Mikel asegura que su relación acabó porque no se aguantaban.