La Esteban ha estado dormida esta semana y es que el fox le aburre tanto Este gesto provocó primero el enfado de su bailarín y, más tarde, del jurado. La concursante sobre la pista del programa, conocía cada uno de los pasos y no perdió el ritmo. Además, aseguraba estar contenta y haber disfrutado con el baile. no pudo evitar un bostezo durante los ensayos. logró superar su pánico escénico
El jurado, al principio, le daba la razón. Aída Gómez comentaba que, "por fin", se había aprendido la coreografía. Sin embargo, la jurado le recordaba que, aunque va prosperando, ya han pasado la sexta semana de programa y las primeras eliminaciones están a punto de llegar. Por este motivo, Aída quería ser sincera con Belén:La Esteban replicaba casi al instante: Aída quería explicar que el mundo de la danza es muy exigente, requiere mucho esfuerzo y, aunque asegura que nunca le va a juzgar como una bailarina profesional, "la actitud cuenta y un bostezo, en un bailarín de mi compañía, al segundo está fuera de la sala de ensayo". "Tengo la sensación de que no te gusta estar aquí bailando. He visto el bostezo en un ensayo". "Pero bostezos tiene todo el mundo ¿No? Yo bostezo como todo el mundo en España".
Belén aseguraba "respetar" las palabras de Aída y esta quería explicarle que le hablaba "desde el respeto y el cariño". Belén se encargó de dejar claro que un bostezo no es sinónimo de "aburrimiento" y explicó que su situación personal le está pasando factura: "El orden de los factores no altera el producto pero en estas dos semanas el producto está muy alterado", decía aludiendo a los difíciles momentos que está pasando a consecuencia de su separación.
La intención de la co - presentadora de 'Sálvame'no era "poner excusas" pero quería que su jurado fuera consciente de que ella no puede ensayar ocho horas al día: "Tengo mi trabajo, mi casa y llevo dos semanas, que el producto está un poquito...". Además, se quejaba ya que había cumplido uno de los objetivos que le habían marcado, pasárselo bien: "Con el baile que he hecho, aunque no lo he hecho perfecto, lo he disfrutado".
Boris Izaguirre comprendía su situación personal pero quería que el baile se convirtiera en una especie de terapia para ella: "Este es un lugar para el que tú puedas desahogarte" pero Belén sigue teniendo miedo de la pista: "He hecho de todo en la tele, pero bajo por esta escalera y soy un palo, no sé lo que me ocurre pero me gustaría que esa sensación la tuviera el jurado". A Belén, lo que más le gustaría, sería hacerlo "súper bien" pero Boris tiene claro que lo conseguirá: "Pero es que lo vas a hacer", le decía gritando y dándole un nueve como puntuación.
Más tarde, antes de sumergirse en la segunda ronda, Boris Izaguirre aseguraba estar preocupado por el momento vivido con Belén Esteban, aseguró que Belén lo había hecho muy bien pero luego hizo un comentario que levantó la furia de la Esteban: "no podemos estar bajándonos los pantalones cada vez con Belén Esteban" y cuando Belén lo encontró en el backstage le contestó alto y claro: "Estoy enfadada, conmigo nadie se tiene que bajar los pantalones, parece que no quiero estar aquí y estáis muy equivocados, de hecho, creo que os bajáis los pantalones con otros concursantes".
Boris admitía el fallo, quizá no utilizó las palabras más adecuadas para describirlo, pero él quería transmitirle que la única intención del jurado es: "Exigirte más, no te has quejado pero hoy lo has hecho muy bien pero aún así estamos apretando las tuercas para que lo hagas mejor", le decía.
Belén lo entendía, acepta las críticas pero hay algo que no va a consentir: "Lo que no acepto es que cuestionen si quiero estar en este programa porque quiero estar" y concluía pidiendo que la valoraran "pero no como un extra, sino como una bailarina que sale ahí a bailar".
Tras el programa, Belén declaraba ante las cámaras de '¡Mira quién mira!' que ella estaba contenta con su actuación y se dirige a los que dicen que va a abandonar: "Nunca he dicho que me quiera ir, vamos a tener Belén para rato".