La borrasca Celia pone en aviso a España: estas son las zonas en riesgo por fuerte lluvia, nieve, viento y oleaje

El día ha amanecido gris una jornada más en gran parte de España este lunes por el paso de la borrasca Celia. Tras el largo periodo de sequía que ha afectado a nuestros campos y embalses durante prácticamente todo el invierno, las lluvias han llegado para quedarse y, según las previsiones meteorológicas, vendrán acompañadas de nieve, viento y fuerte oleaje esta semana, poniendo en riesgo a 11 comunidades autónomas, una de ellas con aviso de nivel rojo.

Un total de 26 provincias estará este lunes en aviso por lluvias, viento y fenómenos costeros, según la predicción de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). La borrasca nombrada Celia, que se formó a lo largo del domingo, va a permanecer estacionaria en el suroeste de la Península al menos hasta el martes, causando precipitaciones generalizadas, que algunas regiones descargarán hasta 120 litros por metro cuadrado.

Durante la mañana, las lluvias se esperan en la fachada oriental y Baleares, afectando sobre todo a Andalucía y en particular a la provincia de Málaga (en aviso rojo), así como Cádiz (aviso naranja), la Comunidad de Madrid y la ciudad de Ceuta (aviso amarillo). Por la tarde, el vendaval y los nubarrones se irán desplazando a los tercios norte y oeste de la Península. También se irá intensificando el riesgo en las islas Canarias, sobre todo en las más occidentales.

En la franja central de Andalucía y de la meseta Sur, así como en el sur de la meseta Norte, se mantendrán prácticamente todo el día, pudiendo ser localmente fuertes o persistentes en el sistema Central y, sobre todo, en el entorno del litoral mediterráneo andaluz, donde pueden ir acompañadas de tormenta. Las lluvias también pueden ser abundantes en el sistema Ibérico y el extremo oriental de los Pirineos.

Debido a una entrada de polvo sahariano se espera que las precipitaciones vengan con barro en gran parte del área mediterránea, centro y sur peninsulares.

Las cotas de nieve este 14 de marzo oscilarán entre los 1.400 y 1.600 metros, subiendo a más de 2.000 metros, en las montañas del centro y norte; estará por encima de los 2.000 metros en Sierra Nevada; y más de 2.000 metros, bajando a 1.500 en Canarias.

Las temperaturas máximas subirán en Pirineos, noroeste peninsular y Baleares, bajando en el resto de la Península y, de forma localmente notable, en Canarias. Las mínimas bajarán en el área del Estrecho y Canarias, con pocos cambios en el resto. Solo habrá heladas, débiles en general, en la cordillera Cantábrica, Pirineos y puntos aislados de montaña de la Península y de Canarias.

Por último, el viento será fuerte del norte en Canarias y del sur en Pirineos; se producirán intervalos de viento fuerte de componente este en Baleares, zonas del tercio este peninsular y litoral gallego; y será del este en el resto de la Península y variable en el área del Estrecho.

La Aemet ha activado avisos amarillos por viento en Huesca, Teruel, Zaragoza, Baleares (Ibiza, Formentera y Mallorca), Albacete, Cuenca, Barcelona, Lleida y Tarragona.

El viento afectará a la mar en Girona y Tarragona, donde se han activado avisos naranjas por oleaje, así como en Almería, Baleares (Ibiza, Formentera, Mallorca, Menorca), Barcelona, A Coruña, Alicante, Castellón, Valencia y Murcia, en aviso amarillo.

El martes las precipitaciones serán más dispersas y principalmente afectarán al sur peninsular y, a partir del miércoles, es probable que la borrasca comience a debilitase a medida que se desplaza hacia el este.

No obstante, esta nueva localización podría favorecer la llegada de aire húmedo del Mediterráneo, que desplazaría a la masa africana más seca y con polvo en suspensión, dando lugar a precipitaciones abundantes en el área mediterránea peninsular y en Baleares especialmente el miércoles, jueves y viernes.

La provincia de Valencia verá pasados por agua los actos más importantes de las Fallas 2022, y se verá afectada además por un fuerte temporal de viento con rachas especialmente intensas el jueves.

Por otro lado, un nuevo frente atlántico podría obligar a sacar el paraguas en las comunidades cantábricas, produciendo acumulaciones importantes de precipitación.