El rey Carlos III, un año con cáncer: su tratamiento, su proceso de recuperación y sus planes de futuro
El 5 de febrero de 2024, el Palacio de Buckingham anunció que el rey Carlos III padecía cáncer
Si bien el comunicado no especificaba el tipo exacto de la enfermedad, se explicaba que había comenzado un tratamiento
Ahora se cumple un año del anuncio de su diagnóstico, y el soberano sigue con su tratamiento, aunque su estado de salud es un misterio
El 5 de febrero de 2024, Buckingham anunciaba en un comunicado que, durante una intervención hospitalaria por un agrandamiento de próstata, al rey Carlos III se le había detectado un tipo de cáncer. Se llegó a decir que desde Palacio se estaban preparando para activar la 'Operación Menai Bridge', el protocolo en caso de su muerte.
De aquel fatídico día se cumple este miércoles un año. 366 días -fue año bisiesto- en los que los Windsor han tenido que hacer frente a uno de sus momentos más difíciles y en los que el reinado del monarca se vio ensombrecido por los numerosos baches de salud de la familia real británica. La institución todavía no ha desvelado el tipo de enfermedad que sufre el soberano británico.
Un año complicado
Tal y como informaba hace 12 meses Casa Real, Carlos III se mostró "optimista", y aseguró que volvería a sus obligaciones habituales "tan pronto como sea posible". Asimismo, el escrito señalaba que el hijo de la difunta reina Isabel II había decidido compartir su diagnóstico "para evitar especulaciones y con la esperanza de que pueda ayudar a todos aquellos afectados por el cáncer".
Tras casi tres meses después, el 30 de abril de 2024, el monarca retomó su agenda pública con una visita al centro oncológico del Hospital Universitario Macmillan en Londres, acompañado por la reina Camila. Durante esta visita, el rey destacó la importancia del diagnóstico precoz y mostró su apoyo a las investigaciones innovadoras en la lucha contra el cáncer.
Pese a este aciago 'escenario', la decisión de compartir el diagnóstico con el público marcó un cambio histórico en la comunicación real -Buckingham no llegó a desvelar qué enfermedad sufría Isabel II-, un movimiento que fue descrito como un acto de transparencia sin precedentes. De hecho, su anuncio generó una avalancha de apoyo que conmovió profundamente a Carlos III. "He recibido tantos mensajes maravillosos y cartas. Me han hecho llorar la mayoría de las veces", confesó a Rishi Sunak en una audiencia. Aunque lo cierto es que su estado de salud ha sido una incógnita, y el rey, conocido como por ser un 'workaholic', es decir, un adicto al trabajo, no ha permitido que su enfermedad afectara en exceso a su deber institucional.
El exjefe de prensa de la difunta reina Isabel II, así como de Carlos III y la difunta Lady Di cuando eran príncipes de Gales, Dickie Arbiter, comentó a finales del año pasado a la web de Informativos Telecinco que, durante los primeros meses del 'encierro' del rey por su cáncer, debía cumplir con su papel institucional "a puerta cerrada". "Eso supuso una gran frustración para el rey", aseguraba el experto real a este medio.
Vuelta a la vida pública, pero aún con tratamiento
Los meses posteriores, el padre de los príncipes Guillermo y Harry retomó sus compromisos tanto en Reino Unido como fuera, como el viaje a Australia y a Samoa.
En diciembre, tras meses de silencio y hermetismo en torno a su salud, el canal 'Sky News', y según una fuente de Buckingham citada por el medio, aseveró que el rey continuaría con su tratamiento en 2025. "Su tratamiento ha avanzado en una dirección positiva y, como enfermedad controlada, el ciclo de tratamiento continuará el próximo año", desvelaban.
El monarca sigue inmerso en su recuperación. Se espera que este 2025 sus apariciones públicas sean más comunes y que su cáncer desaparezca. Entre otros compromisos, a finales de enero se desplazó hasta Auschwitz para conmemorar los 80 años de la liberación del campo de concentración nazi. También tiene previsto un viaje de Estado a Italia en abril y, tal y como ha desvelado 'Sunday Times', se encuentra en pleno rodaje de un documental para Amazon Prime Video que narrará su labor medioambiental.
2024 fue especialmente desafiante para la familia real británica. Además del diagnóstico del rey, la princesa Kate Middleton también se enfrentó a un cáncer y se sometió a un tratamiento de quimioterapia -a principios de enero de este año Kensington comunicó que su enfermedad estaba en remisión-. Estas circunstancias llevaron al príncipe Guillermo a describir como el año pasado como el "más duro" de su vida, expresando a su vez su orgullo por la fortaleza demostrada tanto por su padre como por su esposa.
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