Última hora sobre el estado de salud de la princesa de Tailandia: recibe respiración asistida tras 32 meses en hospital
La Casa Real de Tailandia ha sorprendido a los seguidores de la realeza al emitir un nuevo comunicado sobre la situación de la princesa Bajrakitiyabha
Se revela el estado de salud de la princesa de Tailandia tras más de dos años de silencio: su grave situación
Este martes 19 de agosto, la Casa Real de Tailandia ha vuelto a sorprender a los seguidores de la realeza al emitir un nuevo comunicado sobre el estado de salud de la princesa Bajrakitiyabha, primogénita del rey Maha Vajiralongkorn, quien permanece hospitalizada desde diciembre de 2022.
El nuevo parte, difundido por el Royal Household Bureau escasos días después de un reporte que rompió dos años y medio de silencio de la Casa Real sobre el tema, informa que está recibiendo respiración asistida y que su estado es crítico.
De este modo, la princesa continúa inconsciente, conectada a un respirador y bajo tratamiento intensivo, incluyendo terapia de reemplazo renal, antibióticos y medicamentos para estabilizar la presión arterial.
Tal y como señalan, "aún presenta hipotensión", por lo que "el equipo médico aún debe administrarle medicamentos para aumentarle la presión arterial, además de antibióticos y dispositivos de reemplazo para mejorar su función renal y ayudarle a respirar", se observa en el comunicado.
El silencio de Palacio y las reacciones
La institucionalidad tailandesa ha mantenido un hermetismo casi total desde que la princesa cayó inconsciente mientras entrenaba a sus perros para una competición canina en Nakhon Ratchasima, una provincia al noreste de Bangkok, en diciembre de 2022. Entonces, el Palacio informó que había perdido el conocimiento debido a una complicación cardíaca, derivada de una infección por micoplasma, que provocó inflamación del corazón y alteración grave del ritmo cardíaco.
Ha sido ahora cuando el Palacio ha anunciado que, desde entonces, su vida ha dependido de soporte vital, incluyendo respiración asistida, apoyo renal y pulmonar, durante más de 32 meses. Fue el pasado 9 de agosto cuando se detectó una severa infección en el torrente sanguíneo, lo que obligó a intensificar los tratamientos antibióticos, añadir medicamentos para controlar su presión arterial y revelar su estado.
Este último comunicado ha sacudido profundamente al país. La princesa, de 46 años, no solo es vista como una figura moderna dentro de la monarquía -con formación en Relaciones Internacionales y Derecho, diplomática en Naciones Unidas y embajadora en Austria- sino también como un símbolo de esperanza para muchos tailandeses.
Su prolongada enfermedad ha activado una corriente de devoción popular, desde oraciones diarias en templos hasta mensajes de preocupación colectiva, sumadas al apartado en la página web oficial donde se pueden enviar mensajes de buenos deseos.
El comunicado de este 19 de agosto, al revelar que el pronóstico es extremadamente delicado y prácticamente irreversible, intensifica la inquietud pública. Además, el uso explícito de la expresión "respiración asistida" confirma la gravedad de su condición, que ha evolucionado hacia un estado en el que la recuperación se considera muy improbable.
Retos institucionales y posibles consecuencias dinásticas
La prolongada hospitalización de Bajrakitiyabha en el hospital Chulalongkorn de la Cruz Roja Tailandes plantea serios desafíos en términos de sucesión y estabilidad monárquica.
Aunque bajo la ley de sucesión tailandesa prima la primogenitura masculina, la ausencia de un heredero declarado hace que la princesa haya sido percibida como una figura central en el futuro de la corona. Una proyección ahora empañada por su condición médica.
Desde la coronación de su padre, el rey Rama X, en 2019, la princesa había ocupado roles institucionales y ceremoniales de gran relevancia, lo que alimentó las especulaciones sobre un posible nombramiento como heredera conforme a su formación, carisma y reputación pública. Ahora, con su estado crítico, las tensiones sucesorias se intensifican, dejando en el aire el nombre del sucesor del polémico rey tailandés.