La muerte de su hijo Jamie, el "doloroso" golpe al que se enfrentó Robert Redford antes de fallecer
Recordamos uno de los episodios más duros en la vida personal del actor, fallecido este martes a los 89 años
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Robert Redford, una de las grandes leyendas de la historia del cine, ha muerto este 16 de septiembre a la edad de 89 años. Deja un legado repleto de obras maestras como ‘El golpe’, ‘Memorias de África’ o ‘Todos los hombres del Presidente’. Actor implicado en causas sociales y en activismo político, fue el fundador del prestigios Festival de Cine Independiente de Sundance, además de ganar el Oscar como Mejor Director gracias a ‘Gente corriente’. Tras su aparición en ‘The Old Man & the Gun’ en 2018 decidió retirarse de la actuación y, desde entonces, estaba más alejado de la vida pública. Sobre todo tras la muerte de su hijo, James Redford, en 2020.
Esta muerte representó un golpe devastador para el veterano actor. Una pérdida dolorosa de la que nunca se recuperó del todo. Porque, ¿cómo se recupera uno de la muerte de un hijo? James, conocido como Jamie, tenía 58 años y falleció tras dos años contra un cáncer de hígado que le diagnosticaron mientras esperaba un trasplante de órgano.
El tercero de los cuatro hijos del actor luchó desde muy joven con graves problemas de salud. A los 15 años le diagnosticaron colangitis esclerosante primaria, una enfermedad autoinmune que afecta al hígado, lo que lo llevó a someterse a dos trasplantes hepáticos en 1993.
"El dolor es inconmensurable por la pérdida de un hijo"
Fue su esposa, Kyle Redford, la que avisó de que la enfermedad hepática de su marido había vuelto, y estaba a la espera de ese trasplante que no llegó a tiempo. “Jamie murió hoy. Estamos desconsolados. Vivió una vida hermosa e increíble y fue amado por muchos. Se le echará profundamente de menos”, escribió su esposa en redes sociales. Pero para su padre, Robert Redford, también fue un golpe duro del que nunca llegó a recuperarse. "El dolor es inconmensurable por la pérdida de un hijo”, afirmó su representante Cindi Berger.
James Redford tuvo una carrera como cineasta, documentalista, activista medioambiental y defensor de la donación de órganos. Junto a su padre, fundó The Redford Center, una organización sin fines de lucro dedicada a la producción de documentales que promovían la conciencia ambiental.
James produjo gracias a esta fundación ‘Happening: A clean energy revolution’ en 2017, un documental sobre la dependencia de los Estados Unidos a los combustibles fósiles; y ‘Raise the River vs. Move the Ocean’, un año después en 2018. Pero es que también produjo ‘The Big Picture’ en 2013, un documental centrado en los problemas de la dislexia. “Como padre de un niño con dislexia, entendí la importancia de contar historias que desmitifiquen esta condición. Queríamos mostrar que la dislexia no es una barrera para el éxito”, explicó en una entrevista para Shutdown Learner.
En 1999 produjo ‘The Kindness of Strangers’ sobre el drama de las listas de espera de órganos, algo en lo que ha estado muy implicado a lo largo de su vida. “La mayor parte de la espera es mental. Estás en un estado cercano al catatónico. Mi enfoque ahora es honrar a las familias de los donantes que nos han dado la oportunidad de vivir”, confesó a SFGATE. También fundó la James Redford Institute for Transplant Awareness en 1995, con el objetivo de educar al público sobre la donación de órganos y tejidos. “No es solo un regalo de vida; es un acto de amor. La donación de órganos es una forma de compartir lo más valioso que tenemos”, dijo para CBS.
La relación entre padre e hijo siempre fue muy estrecha. “Es un privilegio trabajar con Jamie. Su pasión por el medio ambiente y su habilidad para contar historias lo hacen un colaborador invaluable”, afirmó el actor a Outside Magazine tras fundar The Redford Center. Cuando este falleció, el mítico actor le dedicó una palabras en la revista People. “Jamie fue un hijo, esposo y padre amoroso. Su legado perdura a través de sus hijos, su arte, su cine y su pasión por la conservación y el medio ambiente”.
Lamentablemente no es la primera vez que una tragedia semejante sacudía así a la familia del actor. Porque en 1959, su hijo Scott, de solo cinco meses, falleció debido al síndrome de muerte súbita del lactante. “Tenía solo 21 años; mi esposa tenía 20. Estábamos comenzando nuestras vidas; yo apenas comenzaba mi carrera en Nueva York. Por supuesto que fue traumático, y cómo eso se manifiesta con el tiempo, no lo sé. Tuvimos que afrontarlo. Luego vinieron otros hijos. Pero algo así no se descarta completamente. Probablemente se manifiesta en diversas formas pequeñas de las que ni siquiera eres consciente”, recordó Robert Redford en una entrevista para Esquire. Su propia película, ‘Gente corriente’, aborda el duelo y la disfunción familiar tras la muerte de un hijo, y muchos expertos consideran que funciona como reflexión sobre su propia experiencia de pérdida.