Familia Real Británica

Los detalles de la cena de gala del rey Carlos III y Donald Trump: el homenaje de Kate Middleton a Lady Di y una polémica

La visita de Estado de Donald Trump a Reino Unido
La cena de gala del rey Carlos III y Donald Trump en la visita de Estado a Reino Unido, en vídeo. Telecinco
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En la noche de este pasado miércoles 17 de septiembre, el rey Carlos III abrió las puertas del Castillo de Windsor para ofrecer un banquete de Estado en honor a Donald Trump y a la primera dama, Melania Trump, en el marco de su visita oficial a Reino Unido, tal y como informa Yolanda Benítez en el vídeo.

La cena de gala reunió a 160 invitados en la imponente St George's Hall, engalanada con la vajilla de oro y plata de la colección real y con todo el despliegue de etiqueta blanca que caracteriza estas ocasiones: tiaras, frac, condecoraciones, discursos y una gran atención mediática.

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Los reyes Carlos III y Camila, Donald Trump y Melania Trump

El rey Carlos III, la reina Camila, el príncipe Guillermo y Kate Middleton encabezaron la representación de la familia real británica, también representada por la princesa Ana.

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La velada ha dejado varias imágenes para la historia: el homenaje de Kate Middleton a la princesa Diana, los elogios públicos de Trump a la princesa de Gales, y la polémica por la elección estilística de Melania.

Kate Middleton, gran protagonista

La esposa del príncipe Guillermo se convirtió en una de las grandes protagonistas de la noche. Eligió un vestido dorado de la diseñadora Phillipa Lepley, confeccionado en encaje Chantilly bordado a mano con motivos florales.

Pero lo más comentado fue su elección de joyas: la tiara Lover's Knot, de diamantes y perlas, una pieza histórica que perteneció a la reina Mary y que fue un indispensable de Lady Di en los años 80 y 90. Con este gesto, Kate rindió un claro homenaje a su suegra.

El príncipe Guillermo y Kate Middleton

La princesa completó su estilismo con pendientes de la reina Isabel II, además de la Orden de la Familia Real de Carlos III y la Gran Cruz de la Orden Victoriana. En cuanto al cabello, apostó por su característica melena suelta en ondas suaves.

Camila, por su parte, lució un vestido azul real de Fiona Clare con tiara de zafiros y diamantes, mientras que el monarca vistió el tradicional frac blanco condecorado con órdenes británicas.

El debate del look de Melania

Pero si Kate fue alabada por su impecable estilo, la primera dama de Estados Unidos ha generado un gran debate con su elección. Melania lució un vestido amarillo intenso, de hombros descubiertos, firmado por Carolina Herrera y acompañado de un cinturón lila y pendientes de esmeraldas.

El atuendo, llamativo y arriesgado, ha sido interpretado por algunos tabloides británicos como poco apropiado para una cena de etiqueta blanca, criticando tanto el color vibrante como el escote off-shoulder. El contraste con el estilismo sobrio y cargado de simbolismo de Kate Middleton no hizo sino intensificar la controversia.

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Las palabras de Donald Trump

El presidente estadounidense también ha dejado titulares por sus palabras durante los discursos.

Trump volvió a elogiar a la princesa de Gales, a la que describió como "radiante, saludable y hermosa". Sentada cerca de él en la mesa presidencial, Kate recibió varios gestos de cortesía del mandatario, que la prensa británica ha recogido ampliamente, y es que horas antes, ya la había dicho que era "hermosa".

Kate Middleton y Donald Trump

Asimismo, aseguró durante su discurso que formar parte de la cena de gala, la primera desde que volvió a la presidencia, ha sido "verdaderamente uno de los mayores honores de mi vida".

El menú

En cuanto al menú, la cocina real elaboró un menú cuidadosamente diseñado para la ocasión. De entrante degustaron panna cotta de berros de Hampshire con galleta de parmesano y ensalada de huevo de codorniz.

Para el plato principal apostaron por un pollo orgánico de Norfolk en ballotine, envuelto en calabacín, acompañado de calabaza especiada, judías, acelgas y patata fondant. Y para el postre: un 'bombe' de helado de vainilla con sorbete de frambuesa de Kent y ciruelas Victoria escalfadas.

Donald Trump y el rey Carlos III

Las bebidas incluyeron un porto vintage de 1945, un coñac Hennessy de 1912 y un whisky Bowmore Queen’s Cask de 1980, valorado en más de 50.000 euros. Además, se sirvió un cóctel especial bautizado como Transatlantic Whisky Sour, un guiño a la relación entre Londres y Washington.