Familia Real Británica

Sarah Ferguson protagoniza la última crisis en Buckingham tras revelarse su amistad con Jeffrey Epstein: las consecuencias

Sarah Ferguson
Sarah Ferguson. Cordon Press
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El Palacio de Buckingham se enfrenta a una nueva tormenta mediática que amenaza con salpicar de lleno a la monarquía británica. Ahora, la protagonista es Sarah Ferguson, duquesa de York y exmujer del príncipe Andrés. La duquesa está siendo duramente criticada después de que se haya revelado su amistad con Jeffrey Epstein, el magnate estadounidense condenado por delitos sexuales.

En concreto, se ha filtrado un correo electrónico de 2011 en el que se dirige a Epstein como "amigo fiel, generoso y supremo". Este polémico email ha desatado un terremoto en la prensa británica y ha provocado que varias organizaciones benéficas rompan sus lazos con Ferguson, reabriendo el debate sobre el papel de la exduquesa dentro de la familia real y sobre si el rey Carlos III podría retirarle sus títulos honoríficos.

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El polémico email

El mensaje filtrado ha causado un auténtico revuelo porque contradice la narrativa pública que Ferguson sostenía desde hace más de una década.

Poco antes de enviar ese correo, en marzo de 2011, la duquesa concedió una entrevista en la que calificaba de "gigantesco error de juicio" haber aceptado ayuda financiera de Epstein. "Aborrezco la pedofilia y cualquier abuso sexual infantil y sé que esto fue un gigantesco error de juicio por mi parte. Cuando pueda, devolveré el dinero y no volveré a tener nada que ver con Jeffrey Epstein nunca más".

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En aquella ocasión, afirmó haber cortado definitivamente cualquier relación con él. Sin embargo, el tono del correo sugiere una cercanía hacia el financiero, que para entonces ya estaba siendo cuestionado por sus actitudes.

'The Sun' y 'Mail on Sunday' recogen parte del correo, en el que se lee: "Sé que te sientes terriblemente defraudado conmigo por lo que te han podido decir o has leído y debo disculparme humildemente por eso. Siempre has sido un amigo fiel, generoso y supremo para mí y mi familia. Como sabes, no dije, desde luego que no, la palabra con P -pedófilo- sobre ti, pero entiendo que se divulgó que lo dije".

Sarah Ferguson

La reacción de la duquesa y las consecuencias

Ante este escándalo, la portavoz de la duquesa ha expresado: "Como mucha gente, se dejó engañar por sus mentiras. En cuanto supo el alcance de las acusaciones en su contra, no solo cortó el contacto, sino que le condenó públicamente, hasta el punto de que él amenazó con demandarla por difamación por asociarlo con la pedofilia", según informa la 'BBC'.

Las consecuencias han sido inmediatas en un ámbito en el que la duquesa de York llevaba años trabajando para recomponer su imagen. Diversas organizaciones benéficas británicas han anunciado en los últimos días que ponen fin a su relación con ella como patrona o embajadora.

Instituciones tan reconocidas como Teenage Cancer Trust -con la que colaboraba desde hace más de tres décadas-, Julia's House, Natasha Allergy Research Foundation, Prevent Breast Cancer, Children’s Literacy Charity o la British Heart Foundation han dado el paso de desvincularse públicamente.

El príncipe Andrés y Sarah Ferguson

En todos los casos, el argumento ha sido el mismo: tras la publicación del correo, consideran "inapropiado" mantener a Ferguson como referente institucional.

¿Podrían retirarla sus títulos honoríficos como al príncipe Andrés?

La crisis ha provocado inevitablemente que se cuestione la posición de Ferguson dentro de la Casa Real británica.

Aunque se divorció del príncipe Andrés en 1996, mantuvo el título de duquesa de York y ha seguido vinculada de manera indirecta a la institución a través de actos familiares y de su cercanía con sus hijas, las princesas Beatriz y Eugenia.

Ahora, la prensa británica especula con la posibilidad de que Carlos III opte por retirarle algunos títulos o limitar aún más su presencia en la esfera pública.

Sarah Ferguson y el príncipe Andrés

El precedente más inmediato es el del propio príncipe Andrés, quien en 2022 fue apartado de la vida institucional, perdió su tratamiento de 'Su Alteza Real' y fue despojado de sus roles militares honoríficos a raíz de su asociación con Epstein y del escándalo judicial en Estados Unidos. Sin embargo, ha conseguido retener el ducado de York y, sin herederos varones, el título volverá a la Corona tras su fallecimiento.

Por ahora, no existe confirmación oficial de que Buckingham esté evaluando esta opción, aunque el silencio de la Casa Real no ha hecho más que alimentar las especulaciones.