Antonio Banderas

Los secretos de la boda de Stella del Carmen: una norma de vestimenta y la foto de Melanie Griffith y Antonio Banderas

Stella del Carmen
Stella del Carmen. Cordon Press
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Stella del Carmen, hija de Antonio Banderas y Melanie Griffith, celebró el pasado 18 de octubre lo que ya se ha convertido en la boda del año junto a su novio -ahora marido- de toda la vida, Alex Gruszynski. A la celebración acudieron más de 200 invitados, entre otros, los propios padres de la novia, Dakota Johnson y las hijas de Barack Obama.

Ahora, cuatro días después del enlace, se han desvelado los secretos mejor guardados de una ceremonia que ha cautivado a medio mundo.

Tal y como ha publicado en exclusiva la revista '¡Hola!', la boda de carácter civil, fue oficiada por el actor Blake Lee, íntimo amigo de Stella.

La portada de la revista '¡Hola!'
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Los novios leyeron sus propios votos en lo que la cabecera rosa califica como "un momentazo de lo más cinematográfico", acompañado por la melodía 'Here, There and Everywhere', de The Beatles, interpretada por músicos de la compañía teatral de Antonio Banderas.

Uno de los gestos más conmovedores fue la silla vacía que los novios dejaron en honor a sus abuelos y familiares fallecidos, un homenaje que no pasó desapercibido y que conmovió a los allí presentes.

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El cóctel

Tras la ceremonia, los invitados disfrutaron de un cóctel en el claustro del hotel Abadía Retuerta LeDomaine, un antiguo monasterio del siglo XII situado en Sardón de Duero.

El aperitivo, de fuerte sabor español, estuvo a cargo del chef con estrella Michelin Marc Segarra y su equipo del restaurante Refectorio (Abadía Retuerta).

Entre los platos más celebrados se encontraban boquerones fritos, cazón, berenjenas fritas, gildas y una gran variedad de pintxos, que sorprendieron a los asistentes estadounidenses.

No faltaron cortadores de jamón ibérico llegados desde Andalucía, así como estaciones dedicadas a coquinas fritas, paella y quesos españoles, mientras se proyectaban imágenes de la infancia de los novios sobre las paredes del ábside.

El menú

El menú comenzó con ajoblanco con uvas de temporada, seguido de lubina salvaje con crema de pizarras y pimiento verde, y culminó con una tarta de queso al estilo vasco con vino tinto.

Todo ello maridado con vinos de la Ribera del Duero -Abadía Retuerta Pago Valdebellón 2020-, godello, champán y una variada carta de cócteles, como margarita, dirty vodka, Martini, negroni o mojito virgen.

El reencuentro más esperado: Antonio y Melanie, juntos por su hija

Uno de los momentos más comentados del enlace ha sido, sin duda, el reencuentro de Antonio Banderas y Melanie Griffith, que posaron juntos tras años sin coincidir públicamente.

La publicación destaca que la expareja se mostró "cordial, sonriente y cómplice", demostrando el cariño y respeto que mantienen por el bien de su hija.

Antonio, impecable con smoking negro, pajarita y una flor negra en la solapa a juego con el bouquet, no pudo disimular la emoción durante la ceremonia.

Por su parte, la actriz de Hollywood volvió a acaparar miradas con un conjunto de vestido de tirantes anchos y abrigo con escote en V y plisado, una elección elegante y sofisticada que, según la revista, "reflejaba su personalidad fuerte y su deseo de marcar la diferencia, huyendo de las tendencias halter o bardot tan vistas en otras bodas".

Para la gran ocasión no podía faltar la foto del recuerdo. Ambos posaron juntos, sonrientes, al lado de Stella, demostrando que su hija y la unión familiar está por encima de su ruptura. Un gesto que "reflejaba la serenidad y el afecto con el que ambos han sabido reinventar su vínculo".

Antonio Banderas y Melanie Griffith se divorciaron en 2014 tras 18 años de matrimonio, citando "diferencias irreconciliables" en los documentos judiciales. 

Dakota Johnson, hija de Melanie y Don Johnson, también estuvo presente en el 'sí, quiero', actuando como una de las damas de honor junto a Atherton Grace Johnson y Adaline Gruszynski. Todas ellas vestían de negro, al igual que gran parte de las invitadas, cumpliendo así con una norma de vestimenta impuesta por la propia Stella.

El vestido de la novia y los complementos

El vestido de la novia, diseñado junto al equipo de la firma Rodarte, fue el resultado de nueve meses de trabajo conjunto. La publicación describe que estaba confeccionado en encaje y gasa y destacaba por su escote corazón. Los hombros quedaban al aire y únicamente estaban cubiertos por un velo de tres metros.

Como guiño a la tradición, Stella incorporó en el interior del vestido un pequeño bordado azul, cumpliendo con el clásico 'algo azul' que nunca puede faltar en una boda.

Para completar, la hija de Antonio acompañó su look con pendientes de diamantes de herencia materna y un sorprendente ramo de calas negras, un detalle gótico que llamó especialmente la atención.