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Es un deporte “muy poco conocido”, pero en Almonte “somos unos privilegiados”. Así lo reconoce Narciso cuando nos habla del alpino en línea que practica su hijo. Consiste en ‘esquiar’ con unos patines puestos, bastones y protección, pero sobre el asfalto.
Lo curioso es que en esta localidad de Huelva tienen la única pista de Andalucía habilitada para el entrenamiento de una disciplina que es “como una continuación del esquí, para cuando acaba la temporada de nieve”.
En el parque Clara Campoamor se encuentra el espacio donde entrenan: “Hemos aprovechado una pendiente que había para asfaltarla como una pista de velocidad y es perfecta para practicar incluso los paralelos”.
Narciso relata a NIUS que pueden estar en ella sin molestar a nadie y desde bien temprano por la mañana. En cambio, en otros sitios donde entrenan alpino en línea “tienen que pedir permiso, cortar una calle, acondicionarla un poco… no tienen una pista concreta”.
Tal es la calidad y la oportunidad que tienen en Almonte de disfrutarla que desde el Comité Alpino de la Federación Madrileña de Patinaje la envidian. Y es que su responsable, David Rey, estuvo unos días entrenando en ella a los chicos y chicas almonteños.
Deseó disponer de una igual en Madrid para sus entrenamientos diarios. “Ellos son unos profesionales, nosotros llevamos poco tiempo en esto”, apunta Narciso y nos relata cómo arrancaron su aventura sobre las ruedas de los patines.
“Los niños llevaban entrenándose varios años con un monitor del Roller Club Alpine Almonte, pero hace un par de meses nos mandó un comunicado. Decidió no seguir”, asegura. Pero los padres de los pequeños deportistas sí querían “seguir adelante”.
Con más motivo porque tenían en unos 20 días la primera competición en Cataluña. Entonces, se organizaron como federación independiente para participar. Así consiguieron que, por ejemplo, Dani, de 8 años, ganase en la modalidad de slalom.
“Fue campeón de la primera fase de la Copa de España, de la que todavía quedan por disputarse dos más, ahora en agosto y septiembre”, nos aclara el propio progenitor del ganador. Su pequeño tendrá que obtener otras buenas marcas para convertirse en el mejor del torneo nacional.
Admite que “son unos valientes, ya que cogen una velocidad importante” al descender por la pista, sorteando las llamadas “puertas” o palos que actúan de obstáculos. “Hay que entrenar mucho y bastante bien, tiene gran mérito lo que hacen”, afirma.
El equipamiento protector que llevan estos alpinistas de la calle es un casco, un chaleco, guantes, coderas y rodilleras. En ambas manos, los bastones les ayudan “con el equilibrio” del cuerpo. Parecen unos esquiadores.
De hecho, en este tipo de patinaje “las categorías son las mismas que en el esquí: U8, U11, U12, U13…”. Narciso espera que un deporte “minoritario” como este vaya creciendo en Andalucía para que puedan participar en más competiciones.
Actualmente están en proceso de constituir el nuevo club Doñana Alpine Inline y desean que más niños se federen también, ya que solo son cuatro por el momento. “Intentaremos buscar alguna subvención porque el esfuerzo económico que hacemos los padres es grande, pero mientras podamos…”, nos adelanta.
“Hay niños a los que les gusta patinar desde pequeños y cuando crecen ya se aburren, queremos que esta modalidad se conozca más para que puedan seguir practicándola cuando ya dominan, hay igualmente torneos europeos”, concluye Narciso.