Murciélagos contra las plagas del olivar: comienza la operación 'Vampi' en Doñana
La operación 'Vampi' es una iniciativa de rescate animal que busca recuperar a murciélagos caídos de sus nidos debido al intenso calor
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HuelvaLa ola de calor que azota estos días el entorno de Doñana está teniendo efectos devastadores sobre la fauna local. Uno de los más graves, aunque poco visibles, es la muerte por sofocación de crías de murciélago común (Pipistrellus pipistrellus), una especie clave para el equilibrio ecológico y agrícola del territorio.
Ante esta situación, la Asociación El Burrito Feliz ha activado la operación “Vampi”, una iniciativa de rescate animal que busca recuperar a estos murciélagos caídos del nido y devolverlos a su entorno natural una vez sanos, concretamente a los olivos, donde actúan como depredadores naturales de la mosca del olivo, una de las principales plagas que afectan a los cultivos de la zona.
Un trabajo minucioso y artesanal
El Santuario Animal Wendy Clements, gestionado por la asociación en Chucena (Huelva), se ha convertido en las últimas semanas en un refugio improvisado para decenas de crías, rescatadas por el voluntariado de la entidad tras recibir avisos ciudadanos. El proceso de recuperación incluye alimentación tres veces al día con leche maternizada para gatos y atención constante durante varios días.
Desde la asociación explican que es una tarea agotadora, que requiere tiempo, cuidados específicos y mucha dedicación. Ya han recuperado más de 30 murciélagos, y estiman que, de continuar las altas temperaturas, esa cifra podría triplicarse durante el verano.
Un insecticida natural que vive en los olivos
Más allá del valor medioambiental del rescate, la operación “Vampi” tiene un impacto directo en la agricultura local. La capacidad insectívora de los murciélagos es bien conocida por la comunidad científica, que los considera una alternativa natural a los pesticidas químicos en el control de plagas. En especial, la mosca del olivo, responsable de importantes pérdidas económicas en el sector.
La idea de El Burrito Feliz es crear un hábitat sostenible para estos animales mediante la plantación de olivos centenarios en su finca de Chucena. Estos árboles, además de proporcionar alimento, ofrecen refugios naturales en forma de huecos y grietas, que los murciélagos usan durante el día. Así se evitaría, según la asociación, el uso de métodos artificiales como las cajas-nido, que actualmente instala la Delegación de Medio Ambiente.
Sin apoyo institucional, por ahora
Desde la asociación confían en poder trasladar esta propuesta a la consejera andaluza de Medio Ambiente, Catalina García, en los próximos días.
Su nuevo proyecto, al que han llamado “El Bosque de la Vida”, contempla la creación de una reserva natural de olivos gigantes dentro del santuario, que funcionaría como hábitat para murciélagos, pero también para otras especies como abubillas, mochuelos o salamanquesas.
A juicio de El Burrito Feliz, esta solución ecológica y autosuficiente evitaría el gasto público actual en medidas artificiales de conservación. En palabras de la entidad, “el olivo viejo lleva 2.000 años cumpliendo esta función de protección”, y no comprenden que se permita su arranque para sustituirlo por estructuras artificiales.