Los abuelos rockeros de Sevilla: juntos suman más de 300 años y cuatro décadas de acordes y libertad
Un grupo de abuelos sevillanos de entre 74 y 77 años forman el grupo de rock “Guitar Sprinters” con el que hacen las delicias de toda una generación
Siguen ensayando y actuando por diferentes escenarios trasladando a su público a una época donde la vida se disfrutaba de manera diferente
SevillaFrancisco, José Manuel, Carlos y Antonio suman más de 300 años… y siguen haciendo vibrar los escenarios. Son los “Guitar Sprinters”, una banda sevillana de rock instrumental que devuelve al público a los guateques de los años 60.
En sus documentos de identidad nos chivan que tienen entre 74 y 77 años, lo suficientemente jóvenes para no colgar sus instrumentos. Porque no piensan hacerlo. Francisco Díaz (guitarra solista), José Manuel Saavedra (batería), Carlos de la Osa (guitarra rítmica y teclados) y Antonio Soto (bajo) forman el grupo Guitar Sprinters, una banda nacida hace una década con un claro objetivo: mantener vivo el espíritu del rock que siempre les ha acompañado.
Porque ellos pusieron la banda sonora a su juventud, y ahora también a su jubilación. La música forma parte de sus vidas: "nos ha acompañado siempre, hemos estado en cientos de ferias y hemos tocado por diferentes rincones" dice Antonio, que mantiene la memoria y el ritmo, intactos. No es de extrañar, teniendo en cuenta que se subió por primera vez a los escenarios cuando tenía 16 años, y todavía no se ha bajado.
Un viaje a los años 60
Tras diez años de ensayos y actuaciones con los “Guitar Sprinters”, han conseguido elaborar un repertorio que bien puede ser un viaje directo a la juventud de toda una generación: The Shadows, The Ventures, Los Relámpagos. Melodías que en su día sonaron en tocadiscos y transistores de todo el planeta, y que ahora llenan salas de conciertos con un público que, como ellos, ha cambiado las patillas por canas, y los pantalones de campana por gafas progresivas.
En su última actuación en Sevilla, lograron lo que siempre se proponen: que muchos de los asistentes volvieran a sentirse en un guateque. “Antes teníamos más pelo, menos barriga… y mucha marcha. Ahora igual, pero al revés”, bromeaba uno de ellos entre aplausos y sonrisas cómplices.
Aquel día no había móviles grabando, aunque sí alguna que otra videocámara que su dueño rescató del cajón. Nadie subió historias en sus redes sociales, ni se compartieron entre grupos de WhatsApp los momentos más pletóricos de esa actuación. Todos estaban es una especie de trance que les transportaba a otra época, en la que los momentos se disfrutaban de verdad, sin necesidad de publicarlos.
Una pasión que el tiempo no apaga
La pasión no se ha apagado ni con las décadas, ni con los achaques, que sobre el escenario desaparecen. Los "Guitar Sprinters" han demostrado que no hacen música, sino que contagian entusiasmo, alegría y memoria.
Ejemplo de que la música no entiende de edades, de que hay melodías que no envejecen y de que algunos corazones, aunque peinen canas, siguen latiendo al ritmo del rock & roll.