María Morales, la voz femenina que impulsa la agricultura andaluza: "De nosotros depende todo lo demás"

María Morales, Presidenta de ASAJA Sevilla
María Morales, Presidenta de ASAJA Sevilla. ASAJA
  • María Morales, primera mujer al frente de ASAJA Sevilla, reivindica en el Día Mundial de la Agricultura el papel de quienes sostienen con esfuerzo y resiliencia el sector primario

  • La presidenta, hija y nieta de agricultores, defiende una mayor presencia femenina en el campo y pide medidas que impulsen el acceso de la mujer a la tierra

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SevillaEn la Vega de Sevilla, allí donde el olor del azahar de los naranjos se mezcla con el de las almendras, o donde el amarillo del girasol se abre hueco entre el algodón que blanquea la tierra, María Morales sigue los pasos de quienes la precedieron. Ella es hija y nieta de agricultores y ganaderos, de los que heredó no solo una finca, sino una manera de entender la vida, la de tener las manos en la tierra y la mirada puesta en el futuro.

Su currículum es tan sólido como su determinación. Licenciada en Económicas y especialista en Comercio Internacional, dirige una explotación familiar que combina cítricos, almendros, cereales, girasol y proteaginosas. Además preside una Organización de Productores de Frutas y Hortalizas que agrupa a 40 agricultores de Andalucía y Levante.

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Desde finales del año pasado es la primera mujer que asume la presidencia de ASAJA Sevilla, un cargo que marca un antes y un después en un sector donde las voces femeninas han estado durante décadas en segundo plano, aunque siempre presentes en la realidad del campo. Una trayectoria que le ha valido reconocimientos como el Premio Simón de Rojas Clemente, que distingue a las figuras más relevantes del ámbito agrario andaluz.

Día Mundial de la Agricultura

Pero si algo la define es la forma en la que desplaza el foco de sí misma hacia el conjunto. María insiste en hablar del “nosotros” y no del “yo”. De los agricultores y ganaderos que, día tras día, sostienen la sociedad con su esfuerzo invisible. “Somos el sector primario, y de nosotros dependen todos los demás”, recuerda. Y lo dice con la serenidad de quien sabe que lo que ocurre en los surcos y en las cuadras repercute en la vida de todos.

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En este Día Mundial de la Agricultura, la voz de María llama a recordar que "detrás de cada fruta, cada verdura o cada litro de leche hay mujeres y hombres que luchan contra inclemencias, normativas y olvidos", y añade que "estamos 365 días pendientes de las cosechas y siempre pensando en un futuro y en qué podemos mejorar para poder servir más a la sociedad".

La mujer agricultora

Morales no entiende su trayectoria como una excepción, sino como la prueba de que las mujeres siempre han estado ahí, aunque históricamente relegadas a la retaguardia. “La mujer ha tenido una capacidad impresionante de aceptación, pero ahora empieza a hacerse visible un trabajo igualitario al del hombre”, reflexiona.

Para ella, el futuro del campo pasa necesariamente por reconocer ese papel y por abrir más puertas a la presencia femenina. “Se consigue una sinergia real en equipos más equilibrados y eficaces”, asegura. Por eso, subraya la importancia de avanzar en igualdad salarial, en la conciliación y en el acceso a la tierra.

Su propuesta va aún más lejos, educar desde las aulas, desde la infancia, en sensibilidad hacia la agricultura y la ganadería. Una formación que transforme mentalidades y prepare a mujeres y hombres del mañana, personas comprometidas, conscientes, competentes y coordinadas.

“Solo así podremos cambiar la sociedad”, reivindica, convencida de que la mujer agricultora no es el futuro del campo, sino que es su presente.

Los agricultores, esos profesionales que alimentan, cuidan y mantienen vivos a los pueblos. Como ella, que ha sabido transformar la tradición en motor de futuro, a pesar de que ese futuro se empeñe en complicarse para un sector del que todo depende.