El padre también está acusado por presuntamente consentir el doble asesinato que acabó sin castigo en Pakistán
Las víctimas abandonaron el domicilio familiar en Terrassa, donde residían con el padre y sus hermanos
BarcelonaEl juzgado de instrucción número 3 de Terrassa (Barcelona) ha enviado a juicio a dos hermanos, acusados de asesinar a sus dos hermanas paquistaníes ante su negativa a aceptar un matrimonio concertado, junto a su padre, quien consintió presuntamente el doble crimen que acabó sin castigo en el país asiático en 2022.
Según el escrito consultado por Informativos Telecinco, las víctimas mortales no acataron un matrimonio forzado y ambas mantenían una relación sentimental con otras parejas en España. Ante esta situación, el padre urdió, junto con sus familiares, un plan para engañar a sus hijas y lograr así que se desplazaran hasta Pakistán con el fin de" limpiar su honor y el de la familia".
La unidad policial de la Comisaría de Gulyana (Pakistán) detuvo a seis personas como autores de los mismos, dos de los cuales eran sus hermanos. No obstante, el Tribunal de Primera Instancia de ASJ Kharian terminó absolviendo a los encausados. A unos por falta de pruebas y a los hermanos porque los padres les concedieron el perdón.
Malos tratos
El padre residía de forma permanente en España desde agosto de 2015 y dos años más tramitó la residencia temporal por reagrupación familiar. Allí, una de las hijas era permanentemente controlada por su padre y hermano, careciendo la misma de posibilidad de relacionarse con personas ajenas al ámbito estrictamente familiar, no pudiendo salir del domicilio si no era acompañada por su padre o su hermano.
Esta situación le llevó a sufrir malos tratos físicos, motivo por el que en 2018 realizó una tentativa autolítica en el contexto de una discusión, mediante la ingesta de caústicos, siendo atendida en el Hospìtal Mutua de Terrassa. Un año más tarde, el padre decidió trasladarse junto a su hija a Pakistán para que contrajera matrimonio con un pariente con el que se había concertado dicho matrimonio de conveniencia, sin que ella conociera los propósitos. Un trámite con la finalidad de que el ciudadano pakistaní viajara a España, como cónyuge, y poder así tramitar su permiso de residencia y trabajo.
Huida del domicilio
Tras la celebración del matrimonio forzado, la hija regresó a España el 26 de enero de 2020 acompañada de su hermano y abandonó el domicilio familiar a principios del año 2021, con la oposición de su padre y hermano, aprovechando un descuido de ambos, momento en el que inició una relación sentimental con un ciudadano pakistaní afincado en Barcelona,.
Desde ese momento, la relación quedó rota dado que el progenitor no aceptaba dicha relación ni la conducta de su hija, y esta última, a su vez, no aceptaba el matrimonio al que había sido forzada. Asimismo, el padre realizó los trámites de residencia en España de su otra hija, quien previamente ya había sido obligado a contraer matrimonio forzado.
Desde el primer momento, residió con el resto de la familia en la vivienda familiar al igual que su otra hermana, por lo que eran controladas por la familia hasta que abandonó el domicilio paterno a principios del 2022, trasladándose a vivir inicialmente a Cornellà de Llobregat y posteriormente, junto con su hermana, a una habitación realquilada en Barcelona.
Por todo ello, se acusa al padre y a uno de los hermanos de tres delitos de trata de seres humanos con fines de matrimonio, de maltrato habitual y de coacciones y al otro hermano de maltrato habitual y coacciones.