Cisco, al mando de la última tienda física de belenes en Cataluña: "Sigo vendiendo figuras de hace 90 años"
Los pesebres han dado sentido a la vida de Cisco, quien mantiene vivo un negocio familiar que fue fundado hace más de 90 años
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BarcelonaEn el corazón de Barcelona hay una tienda que se ha convertido en todo un baluarte del mundo de los belenes gracias a sus más de 90 años de historia, convirtiendo Pessebres Puig en la última tienda física de Cataluña que queda en exclusiva a las figuras del tradición elemento que decora los hogares por Navidad.
La tienda fue fundada en el año 1933 por Jose Puig Llobera y en la actualidad está regentada por su hijo, quien mantiene la esencia de un local que sigue más vivo que nunca. "Desde que nací, cenamos, dormimos, desayunamos y comemos hablando de belenes. Es nuestro tema durante todo el día", explica Cisco en una entrevista a Informativos Telecinco.
Esta pasión ha dado sentido a una vida que no entiende sin el espíritu de la Navidad: "Toda la familia nos hemos dedicado exclusivamente al belén. Mi abuelo, mis padres, mi madre". Una tradición que Cisco mantiene a pesar de ser la única tienda física de Cataluña que resiste.
"Si este local fuese de alquiler, ya hubiese cerrado"
"Para nosotros no es un orgullo no. Antes teníamos muchos clientes en Cataluña y España, pero por jubilaciones y porque los alquileres son caros, la gente ha ido dejándolo y quedo yo solo. Si este local fuese de alquiler, ya hubiese cerrado. No es bueno, si hubieran más tiendas, el belén se vendería más", admite el propietario de Pessebres Puig.
Las figuras del establecimiento han servido de adorno a todo tipo de compradores: "El belén es una cosa muy clásica. Ha habido tendencias como figuras modernos o infantiles, pero suele estar enfocado a la figura clásica de toda la vida". De hecho, una de las que siguen ofreciendo no es la más novedosa del local.
"Estoy vendiendo modelos de figuras de barro de hace 80 o 90 años, y es el mismo modelo y se vende actualmente igual de bien. No ha habido un cambio radical. Puede haber temporadas, pero el belén clásico siempre es el que se vende", añade Cisco, quien abre tres meses al año.
Abierto tres meses al año
El resto de meses, se dedica a la parte más creativa: "Hago elementos de corcho y voy arreglando piezas. Estoy jubilado, aquí cierro la puerta y me pongo a hacer mis cuatro cosas". Sin embargo, de octubre a diciembre, el establecimiento tiene todo tipo de clientes. "Vienen de todo tipo de generaciones como las personas que llegan con su nieto porque su abuela ya les había comprado de jóvenes. Son clientes que tendré siempre. También clientes de mi padre de hace 40 años y que todavía vienen a comprar".
Incluso aquellos inmersos en la parte digital también son propensos a acudir hasta el local: "Es un artículo que la gente es muy reacia a comprar por internet. Quieren ver la pieza porque muchas veces son agente que hacen el belén a una medida concreta o por catálogo". Por ello, el negocio también se centra en las ferias y Cisco afronta con optimismo el futuro del negocio. "Mi tienda es estable. Ni sube ni baja. Siempre se está vendiendo porque pasa de de abuelos a nietos. No creo que el belén desaparezca".