Un cohete lanzado por China está a punto de estrellarse contra la Tierra

Uno de los grandes cohetes Long March 5B de China lanzados al espacio hace unos días está a punto de estrellarse contra la Tierra. Concretamente, será el enorme propulsor utilizado para mandarlo hasta la Estación Espacial Tiangong el que hará un “reingreso descontrolado” en nuestro planeta, y lo más alarmante es que se desconoce dónde lo hará.

La historia se repite. No es la primera vez que parte de un cohete chino pone rumbo de vuelta a la Tierra tras ser arrojado al espacio. En mayo de 2021, la etapa de otro cohete tuvo durante días pendiente a los astrónomos del mundo entero de su reingreso en nuestro planeta y finalmente cayó sobre el Pacífico tras desintegrarse parcialmente.

Actualmente, China está en fase de completar su estación espacial Tiangong. Para ello lanzó el pasado domingo el laboratorio Wentian, según informó la Agencia Espacial de China.

El cohete que transportaba el módulo, un Long March-5B Y3, partió con éxito de la base de Wenchang, en la provincia de Hainan, pero el propulsor estaría ahora a la deriva a punto de reingresar en la Tierra, con una trayectoria desconocida, según ha informado el astrónomo Jonathan McDowell.

¿Qué pasará con el cohete de China cuando entre en la Tierra?

Lo más probable es que esta parte del cohete se rompa y forme decenas de pedazos de basura espacial que se estrellarán en la atmósfera a cientos de kilómetros por hora. Algunos seguramente se desintegrarán antes de tocar tierra.

Con suerte, esos pedazos caerán en el Pacífico, como ocurrió en mayo de 2021. Más recientemente, en abril de 2022, un cohete más pequeño de la familia Long March también cayó de vuelta en la Tierra y algunos de sus fragmentos impactaron sobre la India, por lo que la experiencia nos dice que todo puede pasar.

El riesgo de la basura espacial es cada vez mayor y, aunque las probabilidades de ser alcanzado por un pedazo de un cohete “difunto” son muy escasas, lo cierto es que no es imposible. Un estudio publicado en la revista ‘Nature’ en julio de 2022 concluyó que hay “un 10 % de probabilidad de que haya una o más víctimas por el reingreso descontrolado de un cohete durante una década”.