Educadores y médicos coinciden en que las redes han creado un problema de salud mental a nivel mundial

  • Manuel Faraco, psiquiatra: "Por supuesto que los jóvenes son adictos a las redes sociales, estamos hasta arriba de pacientes"

  • La demanda americana acusa a sus algoritmos de convertir a los menores en adictos intencionadamente

  • Paradójicamente, los gurús de Silicon Valley, cada vez eligen más colegios libres de tecnología para sus hijos

Manuel Faraco es psiquiatra de la clínica Adalmed de Madrid, especializada en trastornos del comportamiento entre los jóvenes. Su consulta está llena y cada año más. Él nos confirma a alarmado la causa de este boom de problemas psicológicos entre los menores: las redes sociales. "Por supuesto que son adictos, por supuesto que no pueden controlar por ellos mismos el uso de redes sociales. estamos hasta aquí de pacientes, esto no lo hemos visto nunca... O sea ¿la pandemia qué hace? Que la gente vaya a las redes sociales a saco. ¿Y qué ha pasado desde entonces? Que se han quedado ahí, provocando todo tipo de problemas de autoestima, ciberacoso...", afirma.

Psiquiatras y educadores siguen con atención la demanda que han puesto un centenar de escuelas americanas contra las dueñas de las redes sociales: Facebook, Instagram, Tiktok, Youtube, WhatsApp… Las acusan de convertir en adictos a los jóvenes intencionadamente para ganar dinero con la publicidad. Y eso está provocando una crisis mental entre los menores a nivel mundial, con un aumento de depresiones, ansiedad, autolesiones y suicidios.

Los algoritmos convierten a los menores en adictos

El proceso va a ser una especie de David contra Goliat, una reedición de lo ocurrido con la industria del tabaco. ¿Pero sería posible un macroproceso así en España? Leandro Núñez es abogado especialista en nuevas tecnologías del despacho Audens y cree que en nuestro país sería complicado porque aquí "tienes que demostrar qué daño te han causado aquí para que te lo indemnicen y eso es complicado".

Añade además que "en este momento las redes sociales no son responsables del contenido que suben los usuarios salvo que sepan que ese contenido es ilegal y, sabiéndolo, no hagan nada para evitarlo. Lo que ocurre es que ahora se está viendo que son ellas las que escogen el contenido que se te muestra en pantalla".  

La demanda americana acusa a sus algoritmos de convertir a los menores en adictos intencionadamente para vender publicidad. Nerea Luis, doctora en Inteligencia Artificial en la empresa Sngular, nos explica cuáles son las herramientas que usan las redes para mantener a los menores enganchados el mayor tiempo posible: "Juegan con los likes, el decir me gusta a tu contenido...Ése es también un comportamiento muy adictivo. También inventaron este concepto de 'stories', que son publicaciones que en 24 horas se eliminan. Hacen que te asegures de entrar al menos una vez al día. Y todas trabajan con el 'scroll infinito', yo voy bajando, bajando, bajando... Lo que están consiguiendo estas compañías es maximizar el tiempo que estás en la plataforma viendo contenido y recibiendo publicidad". 

Los gurús de Silicon Valley, cada vez eligen más colegios libres de tecnología para sus hijos

En redes, los usuarios se comportan como la rata encerrada en la famosa 'caja de Skinner', un psicólogo que dio nombre a su experimento. La rata aprieta un botón y cae comida. El animal se cansa de pulsar y él aplica la variabilidad: a veces cae bola y a veces no. La incertidumbre la vuelve loca y no deja de apretar el botón mientras libera la llamada "molécula de la felicidad": la dopamina.

La misma dopamina que liberan las personas por ejemplo al jugar a las tragaperras y también en las redes sociales. En ellas, son los likes, los seguidores y el reconocimiento social el que crea adicción. 

Paradójicamente, los gurús de Silicon Valley, cada vez eligen más colegios libres de tecnología para sus hijos. Ni móviles, ni ordenadores. Nosotros visitamos la escuela Waldorf de Aravaca, en Madrid.

Los colegios libres de redes sociales

Su directora, Marta Sierra, nos explica su filosofía. "Yo lo que les diría es que la tecnología se aprende muy rápido. Lo importante es aprender a pensar. Lo que es la imaginación, la creatividad... El ser buenas personas...Al final eso es mucho más importante que aprender a usar un iPad".

Visitamos las clases: no hay calculadoras, ni apuntes de ordenador... Pluma, papel, dibujos, cerámica, cocina... Los adolescentes que siguen su método nos confirman que les retiran los móviles cada mañana antes de entrar "porque es una droga".

Y aunque lo usan en casa han aprendido a hacerlo sin engancharse. "Aquí debatimos mucho, hablamos de política, de todo", "Todo el mundo está mirando el mundo a través de una pantalla cuando te quitas la pantalla y el mundo está ahí". Para reflexionar.