La gran arma para derrotar al cambio climático es natural y lo estamos olvidando

telecinco.es 02/02/2019 09:51

Los datos científicos no ofrecen dudas: son los sumideros de carbono más efectivos del planeta. El Acuerdo de París sobre el cambio climático reconoce la función que desempeñan los humedales al limitar la cantidad de carbono presente en la atmósfera. Son una solución fundamental al principal reto al que nos enfrentamos: cómo afrontar el cambio climático y al mismo tiempo limitar el calentamiento global a un nivel muy por debajo de 2º C.

Los humedales costeros, como las marismas saladas, los manglares y las praderas marinas, también figuran entre los ecosistemas más ricos en carbono de la Tierra.

Frenan los tsunamis y reducen las inundaciones y sequías

Los arrecifes de coral y los manglares amortiguan el impacto de las mareas de tempestad y los tsunamis en las zonas costeras; además, tierra adentro los humedales absorben el agua de lluvia, reducen las inundaciones y retrasan el inicio de las sequías. Son fundamentales para la adaptación al cambio climático y el desarrollo de la resiliencia.

Desaparecen tres veces más rápido que los bosques

Sin embargo, se han perdido más de una tercera parte de todos nuestros humedales en solo 45 años. Actualmente los humedales están despareciendo tres veces más rápido que los bosques. Los corales del planeta corren el peligro de desaparecer con un aumento de las temperaturas de 1,5º C y desaparecerían sin ninguna duda con un calentamiento global de 2º C.

La Tierra se calienta si se pierden

La pérdida y degradación de los humedales es muy preocupante, ya que contribuye al calentamiento climático al transformarse estos sumideros naturales de carbono en fuentes de emisiones. La quema y el drenaje de las turberas representan una décima parte de las emisiones anuales de combustibles fósiles, y la degradación de los humedales es responsable de casi una cuarta parte de la liberación mundial de metano.

En 2018, las Partes Contratantes de la Convención de Ramsar sobre los Humedales acordaron establecer medidas para proteger, restaurar y gestionar sosteniblemente las turberas y los ecosistemas costeros, reconociendo el importante papel que juegan los humedales en la adaptación al cambio climático y la mitigación de este.

Al restaurar casi un 25% de los manglares que habían desaparecido en dos regiones, Senegal almacenará medio millón de toneladas de CO2 a lo largo de veinte años. Este proyecto de restauración también protegerá a 200.000 personas de las tormentas y reforzará su seguridad alimentaria al incrementar la pesca y la producción de arroz.

Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia están realizando un intenso trabajo de restauración de los humedales nórdico-bálticos para contribuir a regular el cambio climático y restaurar la biodiversidad. La pérdida de casi la mitad de estas turberas es responsable aproximadamente de una cuarta parte de las emisiones anuales de CO2 de la región.

En Asia, se ha calculado que los beneficios de los manglares del sur de Tailandia en materia de protección frente a las tormentas equivalen a alrededor de 10.000 dólares por hectárea. Se están restaurando los manglares en el estuario del río Krabi para proteger a las comunidades costeras de las tormentas tropicales. Indonesia también tiene previsto restaurar dos millones de hectáreas de turberas para evitar que se reproduzcan incendios devastadores como los de 2015 y 2016, provocados por la sequía y por el drenaje de las turberas