Pillan a un delfín 'charlando' con marsopas: es la primera vez que se detecta comunicación entre especies

Un delfín llamado Kylie que nada en las frías aguas de Escocia es el primer caso de un animal “pillado” comunicándose con animales de otra especie. Un grupo de investigadores ha analizado su comportamiento y confirma que este cetáceo puede charlar con las marsopas que habitan en el mismo lugar.

Kylie es un delfín común (Delphinus delphis) que lleva 14 años sin ser visto con otros de su especie, pero no está solo. En Firth of Clyde, una gran ensenada de agua salada (o fiordo) en la costa oeste de Escocia, Kylie convive con miles de marsopas comunes (Phocoena phocoena), unos cetáceos muy parecidos a los delfines, aunque ligeramente más pequeños.

El delfín puede comunicarse con las marsopas, de diferente especie

Una nueva investigación publicada en Bioacoustics en enero sugiere que la relación de Kylie con sus amigas las marsopas va más allá de una simple convivencia. Un grupo de científicos usó hidrófono para estudiar el comportamiento acústico del delfín y comparó los sonidos grabados, tanto los que hacía cuando estaba solo como los que producía cuando se mezclaba con las marsopas.

Si bien los delfines comúnmente “hablan” con chasquidos, silbidos y pulsos, Kylie podía comunicarse mediante ráfagas de “clics” agudos (de banda estrecha y alta frecuencia, conocidos como sonidos “NBHF”), como los que hacen las marsopas.

Los investigadores no tienen del todo claro si Kylie se comunica o si lo está intentando, pero desde luego tienen claro que está imitando a las marsopas. "Si fueran cantantes, Kylie sería Pavarotti y las marsopas serían Mariah Carey", bromea Mel Cosentino, de la Universidad de Strathclyde en Glasgow, y uno de los autores del estudio.

“Claramente, las especies en la naturaleza interactúan mucho más de lo que pensábamos”, dice la experta en comportamiento de delfines Denise Herzing en National Geographic.

No se sabe por qué Kylie quedó separada de su manada. Los lugareños ven al delfín regularmente en diferentes áreas del Firth of Clyde, especialmente en un estrecho canal marítimo llamado Kyles of Bute, por lo que decidieron que su nombre sería Kylie.

Desde su descubrimiento hace casi quince años, su actividad se ha registrado por diferentes biólogos, y no se tienen informes de interacciones entre Kylie y otros delfines. Definitivamente, según los investigadores, Kylie se cree una marsopa, o al menos hace por integrarse.

Generalmente, los delfines comunes nadan frente a las costas del noroeste de Escocia y visitan regularmente las aguas costeras de Minch, ambas áreas ubicadas a más de 400 km del canal Fairlie-Hunterston, donde habita Kylie.

Kylie nada con las crías de las marsopas

Por si la comunicación entre el delfín y su especie “prima” no fuera lo suficientemente curiosa, los investigadores observaron otro comportamiento que llamó su atención. Las marsopas hembra llevaron a sus crías a interactuar con Kylie, que nadó con ellos en “escalón”, es decir, las crías nadaron justo detrás de la aleta pectoral del delfín. Esto es raro por dos hechos. Por un lado, porque las crías de marsopas generalmente no se separan de sus madres, y en segundo lugar porque la postura en escalón es el equivalente de los cetáceos a "llevar" un bebé, según explica David Nairn, fundador y director de Clyde Porpoise, una organización local dedicada a investigar y proteger a los mamíferos marinos, en National Geographic.

Incluso, se han observado actitudes de cortejo por parte de marsopas macho hacia Kylie, aunque no se ha identificado ningún híbrido entre ambas especies hasta el momento.

Desde febrero de 2021, Kylie habría estado desaparecida tras una serie de fuertes tormentas que agitaron la costa de Escocia, por lo que los investigadores sospechan que ahora podría nadar en otras aguas.

Otras especies también interactúan

El de Kylie no sería el primer caso de interacción entre especies, dado que se han observado interacciones entre orcas y delfines nariz de botella, al igual que se han observado “adopciones” de crías entre cetáceos de diferentes especies. Se detectaron entre delfines nariz de botella con crías de ballenas piloto, y entre un narval con una manada de ballenas beluga, según IFL Science. Lo de Kylie “charlando” con las marsopas, en cambio, se trata de algo excepcional.