Un parásito lejano de la medusa es el primer animal conocido que sobrevive sin respirar

  • Esta criatura parasita no tiene genoma mitocondrial

La vida es increíblemente diversa. Desde los corales en forma de planta hasta los mamíferos gigantes y los lagartos deslizantes que habitan la Tierra. Pero no ha sido hasta ahora cuando por fin se ha descubierto la primera criatura que puede sobrevivir sin respirar.

Por lo que este parásito, primo lejano de la medusa, es la primera criatura multicelular que conocemos que no necesita oxígeno para sobrevivir. Es un parásito común del salmón llamado Henneguya salminicola, según explican en ZME Science.

Causa quistes blancos que se parecen a la tapioca en los músculos de los peces, por lo que es conocido comúnmente como la enfermedad de la tapioca. Es un cnidario que pertenece al mismo filo que los corales, las medusas y las anémonas.

“Vive en las profundidades de los peces durante todo su ciclo de vida, lo que hace que algunas condiciones de falta de oxígeno”

Los investigadores sospechan que debe tener una adaptación especial para permitirle sobrevivir cuando el oxígeno es escaso, pero no fue hasta que Dayana Yahalomi, investigadora de la Universidad de Tel Aviv y el resto del equipo lo examinaron detenidamente, cuando se dieron cuenta de lo extraña que es esta adaptación.

Después de utilizar una secuenciación profunda y microscopía de fluorescencia visualizaron que había perdido por completo su genoma mitocondrial, así como la capacidad de respiración aeróbica.

Miles de mitocondrias

Cada célula de su cuerpo, y la mayoría de los cuerpos, contiene grandes cantidades de mitocondrias. Descomponen el oxígeno para producir una molécula llamada trifosfato de adenosina (ATP), que luego se utiliza para impulsar los procesos celulares. Por lo tanto, la potencia de la célula.

Las criaturas que viven en ambientes con poco oxígeno tienen adaptaciones especiales que les permiten sobrevivir, pero no se ha observado que ninguna criatura carezca por completo de este sistema.

Finalmente, los investigadores sospechan que este es un caso de simplificación genética, donde el parásito simplemente arroja ADN innecesario y engorroso a medida que evoluciona. Algunas criaturas unicelulares han desarrollado orgánulos tipo mitocondrias para el metabolismo anaeróbico. Pero nunca se había identificado esto en una criatura multicelular.