¿Cómo salir de una cuenta bancaria conjunta?

Inés Gutiérrez 27 MAR 2024 - 05:30h.

MadridHay momentos en la vida en los que una cuenta conjunta es la forma más sencilla de proceder. Este sistema es ideal para pagar los gastos en un piso compartido, de este modo nadie se hace cargo de los pagos del resto de compañeros de piso. 

También es una buena manera de compartir en pareja y puede ser una buena solución para varias situaciones en la vida. No obstante, puede llegar un momento en el que esta cuenta ya no nos haga falta y sea el momento de cerrarla, también puede suceder que la cuenta deje de ser práctica solo para una de las partes. 

¿Se puede de una cuenta bancaria conjunta? Lo cierto es que sí, no es necesario cerrar la cuenta si una de las partes quiere quedarse con ella, tampoco es necesario tener el permiso de los compañeros de cuenta para que alguien se salga de ella. 

Si ya no interesa permanecer como parte de esa cuenta conjunta, puedes salirte, el resto de copropietarios tendrán entonces que decidir si las cosas se quedan como están o prefieren abrir una nueva, algo que tendrán que decidir junto con la entidad bancaria. 

Salirse de una cuenta conjunta

Como decíamos antes, para salirse de una cuenta conjunta no es necesario poner de acuerdo a todas las partes, tampoco acudir todos juntos al banco para hacer las gestiones pertinentes. Esta es una decisión que corresponde al individuo y por eso puede hacerse de manera unilateral, no necesita autorizaciones ni permiso. 

Sí que es necesario, tal y como recuerdan desde el Banco de España, comunicar formalmente a la entidad la intención de darse de baja. Esto tiene que hacerse por escrito y, una vez que la comunicación esté en su poder, será el banco quien se encargue de avisar al resto de propietarios de la cuenta, aunque lo habitual es que ya estén informados con anterioridad, a no ser que la decisión sea tomada tras una relación complicada. 

El resto de copropietarios no podrán alegar nada en contra de esta decisión, por lo que la solicitud será atendió a través de los cauces habituales, sin necesidad de contar con la autorización del resto de titulares. La entidad, eso sí, tiene la potestad de negarse a ello siempre y cuando exista una razón justificada, como que la cuenta se encuentre en números rojos o que esté vinculada a otros productos a nombre de la persona que quiere abandonarla. 

Una vez hecha la baja, la persona queda desvinculada de la cuenta y el banco se reserva el derecho de hacer modificaciones en la cuenta, aunque en este caso, sí que necesita el consentimiento del resto de titulares. Una vez hecho el trámite, la cuenta puede quedar como antes o se puede crear una nueva, comenzando así una nueva etapa para quienes continúan su relación con la entidad. 

Este no es un trámite complicado y de hecho puede evitar problemas a las personas con las que se comparte cuenta y que sí quieren mantenerla, por los motivos que sean, como, por ejemplo, no tener que hacer gestiones extra y poder seguir utilizando la cuenta como hasta el momento.