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Entrevista a Fito, vocalista de Siloé: "Mi mayor miedo es que nuestras riñas nos puedan y dejemos de tocar"

Fito Robles, vocalista de Siloé
Fito, vocalista de Siloé. @fitosiloe
  • La web de Informativos Telecinco charla con el cantante de la banda musical sobre el amor, Dios, el pasado, el futuro y, sobre todo, el presente

  • Con su gira 'Campo Grande' recorrerán numerosas ciudades españolas y ya han hecho 'sold out' en su primera noche en el Movistar Arena

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Fito Robles nos recibe con la serenidad de quien lleva la revolución por dentro. Su grupo, Siloé, acaba de lograr un hito que pocos artistas independientes pueden contar: llenar el Movistar Arena en sólo 48 horas, como si miles de personas hubieran sentido el mismo impulso instintivo de correr hacia él. Y sin embargo, el cantante habla de todo con la naturalidad de un nómada musical que sigue componiendo como si estuviera en una habitación pequeña, con una guitarra gastada y una ventana abierta al campo. A su 'Campo Grande', la nueva gira de la banda que nace precisamente de ahí: de ese parque de Valladolid que Siloé ha convertido en su brújula.

Nos cuenta que "jamás" hubieran pensado hacer 'sold out' en lo que antes recibía el nombre de WiZink Center, en Madrid, y que se les "caían las lágrimas" al darse cuenta de que era realidad. En esta etapa, Fito parece caminar entre dos mundos: el de los grandes escenarios y el de las salas de discoteca donde la banda comparte canciones como si fueran confesiones.

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Y mientras nos revela cómo ha vivido este salto descomunal, su voz, tan cercana y calmada, se vuelve casi confidencial. Se sincera sobre el futuro, el pasado, el amor, sobre Dios y, sobre todo, sobre el presente.

Fito, vocalista de Siloé
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Pregunta: ¿Cómo te encuentras?

Respuesta: Un poquito cansado. Es que sabes qué pasa, que antes normalmente los artistas cuando algo iba bien y se tiraban dos años tocando como nosotros, pues luego paraban, pero nos ha costado llegar hasta aquí casi 10 años, y ahora que de repente nos ha empezado a ir bien, ¿cómo vamos a parar? Si en este mundillo también de repente te empieza a ir mal y se acaba. Llevamos dos años sin tener vacaciones ni un fin de semana, y este puente de diciembre por fin tenemos días libres, no nos lo creemos, no sabemos ni lo que vamos a hacer, es una locura.

P: Y ahora habéis conseguido 'sold out' en el primer concierto en el Movistar Arena en tan solo 48 horas, una respuesta de vuestro fans con la que habéis anunciado un segundo show. ¿Te esperabas esta gran acogida?

R: Para nada, ósea, yo entiendo que otros como Dani Martín, Leiva y todos estos cantantes llegan a un punto en el que ya están acostumbrados, pero nosotros no. Somos una banda pequeñita que viene de Valladolid y con nuestras limitaciones y nuestros miedos, y haber conseguido esto tiene mucho mérito. De hecho, la realidad es que nosotros solo teníamos un WiZink porque pensábamos que no lo llenaríamos. Incluso mucha gente se cabreaba y nos decía: 'Joder, es que las entradas son para 2027', como si el WiZink nos diera antes a nosotros otras posibilidades, que no somos nadie. Al final hay una previsión muy grande con ciertos grupos y cantantes, y nosotros hacemos las cosas como podemos. No tenemos el poder de hacer ciertas cosas, pero igualmente estamos muy emocionados. Se nos caían las lágrimas cuando nos decían que se había vendido el primero, de verdad que nos asustamos, nos llamaron nuestros padres para decirnos si era verdad o si nos lo habíamos inventado.

P: ¿Qué esperas de esas dos noches?

R: De momento nada, ¿sabes qué pasa? Que nos hemos dado tanto las hostias en esta vida y nos han dado tantos palos, que la vida nos ha enseñado a vivir el presente. Ahora estamos pensando en los singles que estamos sacando, en nuestro álbum y en la gira que sale ahora, y de momento nada más. Sin expectativas, viviendo el presente y lo que podemos.

P: ¿De dónde viene el nombre del disco y de la gira, 'Campo Grande'?

R: Nuestra oficina está en Campo Grande, un parque muy céntrico de Valladolid, y ahí es donde ha salido el cariño de nuestra gente, de los que nos cuidan y los que nos quieren, y es nuestra toma de tierra, de donde sale todo, y quisimos dedicarle la gira y lo que haga falta.

"Antes yo era un inconsciente, ahora somos casi 30 personas en la empresa"

P: ¿Qué recuerdos tienes de tus años en Berklee College of Music y cómo influyeron en la creación y en el propósito de Siloé?

R: Pues el otro día lo pensaba. Antes yo era un inconsciente. Hacíamos 1.000 movidas que ahora lo pienso y digo... la madre que me parió. ¿Cómo salíamos ahí a tocar? ¿Cómo nos fuimos a tal sitio? ¿Cómo hice esto? Tengo unos años que recuerdo con muchísima inconsciencia, pero también con mucho cariño y sin ninguna expectativa de datos, ni de vender, ni de absolutamente nada. Era... no sé cómo explicarlo.

P: ¿Puro nervio?

R: Sí, exactamente. Es verdad que ahora está más profesionalizado, somos casi 30 personas en la empresa, que es una salvajada. Y en aquellos años tengo unos recuerdos de libertad, de no pensar en nada, solamente de disfrutar y de compartir la música con la gente.

P: ¿Cómo ha cambiado tu vida personal desde que Siloé empezó a coger fuerza?

R: Lo bueno de vivir en Valladolid hasta cierto punto es que la gente es muy respetuosa, y en la calle nosotros somos unos vecinos más, pero es verdad que luego en verano se empezó a complicar un poco la cosa, porque la gente te para más, y de repente notas que la gente se piensa que el personaje que se sube al escenario es el mismo fuera, y no es así. Hay ciertas cosas que han empezado a cambiar, pero nosotros sinceramente seguimos siendo los mismos, y además con la suerte de sentirnos que somos unos afortunados y que vivimos una vida que nadie puede vivir. Nuestra vida ha tornado en un agradecimiento constante a la gente que nos apoya, y gracias a Dios hemos conocido a gente increíble por el camino: empresarios, psicólogos a los que antes no podíamos acceder, cantantes... gente maravillosa.

P: Dicen que a muchos se le sube el ego con la fama, ¿a ti te ha pasado?

R: Nuestra fama es bastante relativa, quiero decir, que con todo el cariño del mundo, somos un grupo de nicho, nos movemos en un nicho muy concreto de la música en salas y festivales. Es verdad que cada vez hay más gente que nos conoce, pero no me paran por la calle, y eso es guay en cierta manera, porque te da más libertad. Y lo del ego... creo que si tú eres plenamente consciente de quién eres, dónde estás y de dónde vienes, no deberías de cambiar. La gente me dice: 'No os volváis gilipollas', y yo les digo: 'Si ya éramos gilipollas, es difícil superarlo todavía más'. En general, creo que el éxito y la fama son un poco así, que muchas veces son una lupa de lo que tú eres. Si un tío es generoso, seguramente cuando sea un tío exitoso será más generoso, y si un tío es muy introvertido, a lo mejor con la fama se tiende a proteger más. Y también eso es algo bueno.

"No hacemos proselitismo, yo soy un tío con más contradicciones que un ateo"

P: ¿Qué papel juega la religión y Dios en tu vida y en tu forma de componer?

R: Es clave. Es verdad que Siloé no es un grupo católico ni religioso porque no hacemos música religiosa, hacemos canciones de amor. Obviamente yo soy católico y mi fe forma una parte fundamental de mi vida. Está en mis canciones como tantísimas cosas, pero es que no puedes separar a Dios de tu vida. El que es católico es católico y profesa su fe y vive con todas las contradicciones de profesar una fe. Yo soy un tío con más contradicciones seguramente que alguien que sea ateo y que seguramente viva mucho más cerca de sus convencimientos que yo. Así que todas esas dudas y esos planteamientos que cualquier ser humano tiene, nosotros como artistas también lo tenemos. ¿Y qué pasa? Que hacemos canciones, pero no vamos haciendo proselitismo de nada. Utilizamos ciertos signos, como la cruz, para acercarnos a nosotros mismos.

P: Dices que vuestras canciones son de amor. Para ti, ¿qué es el amor?

R: Para mí, que he recibido todo tipo de amor sin merecerlo, es dar tu vida por la otra persona que tienes al lado, y no lo digo como si se tratara de ser un superhéroe, para mí es dar la vida de verdad, es algo que trasciende. Ojo, no hablo de enamoramiento, hablo del amor. Es verdad que a veces hay un momento en el que las relaciones se desgastan, pero creo que el amor es algo mucho más profundo que está por encima de nosotros.

P: ¿Hay algún tema, ya sea porque es tabú o polémico, que os dé miedo mencionar en vuestras canciones?

R: No somos un grupo que hable de política en sus canciones, por ejemplo, pero no por nada, sino porque de muchas cosas no tenemos una opinión muy formada y otras preferimos reservárnosla para nosotros. Pero en general no hay nada tabú para nosotros. Hemos podido hablar de sexo, de dinero y de la existencia de Dios. Nosotros mismos creo que muchas veces somos los que nos ponemos nuestras trabas y reticencias.

P: ¿Qué tiene el Fito de ahora que no tenía en 2016 y viceversa?

R: Ahora tengo más paciencia, pero a la vez tengo más inseguridad, mucha más. Ahora creo que soy una persona con una visión panorámica y menos focal, pero a la vez tengo muchísimas más preocupaciones y duermo peor. Tengo las mismas ganas de hacer canciones que 2016 y de viajar, y incluso creo que esas ganas todavía van creciendo, porque puedo dedicarle menos tiempo. Y también tengo más cariño y más celo por mi tiempo personal.

P: ¿Cuál es tu mayor deseo en esta vida como artista?

R: Pues tía, aunque parezca una perogrullada, no tiene nada que ver con hacer ninguna colaboración con ningún artista ni con ningún viaje o concierto. Lo que quiero es seguir llevándome bien con mis compañeros y que sigamos tocando; que esas ganas no se nos vayan, y eso es algo tan complicado... Yo veo a tantos compañeros de profesión que de repente sus proyectos terminan y es duro, porque esta profesión es muy arriesgada, en la que hay mucho desgaste, y creo que hay muchas cosas que pueden hacer que una banda se vaya al garete. Entonces, mi único y mayor miedo es que algún día dejemos de tocar, que nuestras riñas nos puedan y dejemos de llevarnos bien. De hecho yo no me veo cantando sin ellos, no tengo ninguna duda acerca de ello. Ellos han sufrido igual que yo para sacar proyectos adelante, y son los mejores que puedo tener. Es de las mejores decisiones que he tomado en mi vida.