Daniel Vázquez Sallés escribe sobre "cómo aceptar la derrota con una sonrisa"

EFE 18/02/2009 15:48

Hijo de Manuel Vázquez Montalbán, asegura que en esta novela, publicada por RBA, ha encontrado su "sitio" en la escritura. Ha empleado tres años de su vida en este trabajo, para el que se adentró en la psicología de tres personajes que buscan sentido a su existencia y en la que el punto de vista del escritor "desaparece".

Periodista y cineasta, Daniel Vázquez (Barcelona, 1966) confiesa que hay una parte autobiográfica en el libro, en el que aparecen dos niños idealistas olvidados por la intensa vida intelectual de sus padres. "Yo he sido ese hijo de dejados", declara.

La relación de Ruth y Mo, una pareja que ronda los cuarenta, muestra, según el autor, "la dificultad de mantener el equilibrio para una pareja moderna".

"Reciben cientos de mensajes negativos al día y la paz se convierte en cansancio. Al cabo de los años, los personajes tienen que mentir para agradarse el uno al otro", explica.

Desde la primera página, "La fiesta ha terminado" desprende una gran carga sexual: para frenar una crisis permanente "el sexo se convierte en la tabla de salvación del matrimonio". Pero Ruth, decide abandonar y alejarse de la cotidianeidad en Paros, una de las Islas Cícladas del Mar Egeo.

Daniel Vázquez describe con minuciosidad los rincones más recónditos de la isla, que conoce muy bien.

A diferencia de Barcelona, que, según Vázquez, en esta novela "refleja la cotidianeidad", la isla es "un personaje en sí mismo". Él mismo vivió allí un tiempo y reconoce que fue "un descubrimiento".

La ciudad se presenta como un lugar reiterativo, propio de la rutina. "Las ciudades, por muy grandes que sean son muy pequeñas porque siempre vamos por los mismos lugares", afirma.

"La fiesta ha terminado" demuestra la fascinación de Daniel Vázquez por la cultura mediterránea. Declara sin dudar que es un escritor mediterráneo, enamorado de Italia y que su memoria sentimental está muy influida por Grecia. "Si un día me pierdo, será en el Mediterráneo", confiesa.

Daniel Vázquez escribió su primera novela en catalán "Flores negras para Michael Roddick (2003) y es un apasionado de la literatura catalana pero asegura que se siente "más cómodo" al escribir en castellano.