El "místico" Antonio Carmona cartografía sus sentimientos en "De noche"

Carmona (Granada, 1965) es un "pura sangre" destilado de cinco generaciones de músicos que "vivió otra vida" junto a Ketama y que hace cinco años decidió gobernarse sólo por su creatividad, con aquel manifiesto que llamó "Vengo venenoso".

Hoy sale a la venta el segundo, "De noche", un "mapamundi de sentimientos" en el que ha controlado absolutamente todo y que no ha sido fácil porque, según revela en una entrevista con Efe, "da mucho trabajo" ser "diferente a uno mismo" cuando se llevan a la espalda dieciséis discos con Ketama, uno en solitario y cientos de canciones.

"De todas formas es verdad que me lo tomo con tranquilidad. No quiero hacer un disco así porque sí y cada vez me cuesta más sacar lo que tengo dentro. No es tan fácil componer", advierte

Lo ha titulado "De noche" porque es un homenaje a los momentos de silencio, a los de "encontrarse con uno mismo".

"La noche me seduce, me da tranquilidad y paz, sobre todo para escuchar al Antonio Carmona que llevo dentro; tiene embrujo, sentimiento; suenan mejor las voces, las percusiones, los ritmos, la guitarra, y filtro mejor todo lo que me sale", dice.

El cantante ha radicado sus sonidos en viajes a Cuba, la India y Egipto. "Fueron tres viajes fundamentales. En Cuba recogimos fondos para construir escuelas que habían devastado un huracán; en la India me reencontré con mis ancestros, con un sonido que para mí es muy familiar y en Egipto, en el Nilo, me inspiraron los nubios, de ahí el tema 'Ari, Ari"..

En "De noche" colabora con dos mujeres "completamente distintas", Nelly Furtado, de la que le atrae su "elegancia", y Concha Buika, "el punto salvaje".

De Furtado, con la que compuso en Miami un tema "precioso", "Camino de los sueños", le sorprendieron varias cosas: que se sabía "de pe a pa" "Vengo venenoso", y que, a pesar de su "jet privado" y de su "cara guapa" era un "peazo músico", una "tremenda" compositora.

Con Buika canta un tango, "Las 40", que lleva oyendo desde que tenía 2 años. "Tenía muchas ganas porque es una cantante que siempre me ha seducido. Está dentro del gremio flamenco no se si por su voz o por su forma de cantar", resume.

Está "enganchado" a Twitter y está "orgullosísimo" de recibir a todas horas "tuiteos" que le muestran el interés que tienen sus admiradores, y sus compañeros, por lo que hace.

"Anoche no paraba de recibir mensajes de Los Angeles, de Nueva York, diciéndome 'Antonio, mucha suerte con el nuevo disco'. Para mí es una herramienta fundamental", tanto que, según se levanta, lo primero que hace es conectarse y contar al mundo lo que va a hacer.

"Soy el primer flamenco que tiene Twitter y me siento muy orgulloso", reivindica.

Toda la vida ha sido "un místico", pero ahora, "con los tiempos que corren", se "agarra" aún mucho más a su fe: "si uno está en paz por dentro y tiene claros sus sentimientos, va todo mejor".

Mira siempre al cielo para encomendarse a los que ya no están y por eso, y también porque es "muy del rollo fetichero", ayer vestía con una chaqueta de Antonio Flores el Pescaílla y camisa de Enrique Morente, y hoy con una camisa del diseñador Duarte Pinto Coelho.

Ahora se encerrará con Rosario y Juan Luis Guerra a producir un tema para el próximo disco de la artista y a grabar un CD para Médicos Sin Fronteras, viajará a Nueva York, tocará con "el maestro Quincy Jones" -y lo dice gritando porque "es lo más grande"- y con Youssou N'Dour en Dakar.

"Estoy como los chinos: dándole vueltas a un plato para que no se caiga otro", y se ríe "encantado de la vida".

Por Concha Barrigós.