El síndrome postvacacional no solo afecta a los humanos: tus mascotas también lo sufren
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yasss.es
04/09/201817:12 h.Alana es la galga de Siomara. Fue adoptada por su nueva familia humana hace ocho meses, después de haber pasado toda su vida encerrada y siendo usada para la caza. Este año se ha ido de vacaciones por primera vez: "después de una vida tan mala, de repente este año nos la hemos llevado a Benidorm y a Valencia, a la playa, a pasear, a comer muchas cosas divertidas y a conocer a otros amigos perrunos. Alana siempre ha sido una perra muy tranquila, pero cuando volvimos de vacaciones notamos que casi no se movía, que le sacabas comida y no tenía ese énfasis que siempre tiene con la comida, y estaba triste. Se notaba mucho que estaba triste. Entonces nos preocupamos y llamamos a la veterinaria".
La veterinaria enseguida dio un diagnóstico. Alana tenía síndrome postvacacional. ¡Pero si es un perro! Ya, pero es que las mascotas también padecen este síndrome tan "humano". La vuelta a la rutina después de una etapa sin reglas ni horarios puede afecta a cualquier animal, sea humano o no.
En el caso de las mascotas, las vacaciones significan más horas de paseo, más libertades, y, sobre todo, más tiempo con sus humanos favoritos. Se acostumbran enseguida a lo bueno y cuando, de repente, se vuelven a ver en su piso pequeñito, saliendo dos veces al día y teniendo que pasar toda la mañana solos en casa... ¡pues se ponen tristes!
"Alana se ha visto de nuevo en Madrid y se ha dado cuenta de que ya no tiene amigos perrunos, que no hay un montón de gente siempre pendiente de ella y que sus padres humanos están fuera de casa trabajando". En el caso de Alana, el bajonazo no es muy severo y la veterinaria ha recomendado paciencia: poco a poco se le irá pasando.
Pero otras mascotas pueden llegar a manifestar síntomas más preocupantes: hacer sus necesidades en casa, ladrar, gimotear y reclamar atención todo el rato, estar en constante estado de nervios, morder muebles... Los cambios también afectan a los animales. Y cada mascota reacciona a esos cambios de una manera distinta. Si notas que después de las vacaciones tu animalito de compañía no está bien, lo mejor es que consultes con tu veterinario, que te aconsejará lo mejor para vosotros.
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