La FIFA y el Mundial 2026, de polémica en polémica: denuncian el desorbitado precio de las entradas como un "bofetón" directo al aficionado
La asociación de aficionados ‘Football Supporters Europe’ ha lanzado un comunicado con una queja formal ante la FIFA por los "escandalosos precios"
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De una polémica a otra. Pese a que aún faltan exactamente 181 días, –casi seis meses–, para que arranque el Mundial de fútbol de 2026, cuyo primer partido está fechado para el 11 de junio del próximo año, los episodios de controversia en torno al esperado evento deportivo no dejan de sucederse. El último de ellos, por el “escandaloso” precio de las entradas, que se quintuplican en algunos casos respecto a las que se comercializaron en el Mundial de Catar, su predecesor.
La situación es tal que ha llevado a la asociación de aficionados ‘Football Supporters Europe’ a plantear una queja formal ante la FIFA para instarla a “detener inmediatamente” la venta de entradas por la estrategia de precios que se está implantando, la cual califican de “extorsiva” denunciando con “asombro” lo que consideran que es una “bofetada” directa al aficionado.
La FIFA, de polémica en polémica en el Mundial 2026
El órgano rector del fútbol mundial no deja de acumular así más problemas y más quejas. La primera controversia llegaba ya con aquel extraño galardón por el que la FIFA decidió entregar a Donald Trump su recién creado Premio de la Paz; otorgado probablemente bajo un ‘arbitraje casero’, habida cuenta de que el Mundial de 2026 tiene en Estados Unidos una de sus tres sedes principales, que este año se disputa también en Canadá y México, con una cifra récord de 48 selecciones participantes y 104 encuentros en hasta 16 ciudades.
Ese galardón al presidente estadounidense, –después de que el Nobel de la Paz le diese a la espalda pese a que él se veía como el candidato idóneo–, fue ya una primera antesala de la controversia. Aquel día, y tras recibirlo, Donald Trump devolvió los elogios a su homólogo en la FIFA, Gianni Infantino, al que se dirigió con unas palabras que justo ahora cobran todavía más relevancia: “Has marcado nuevos récords, y uno de ellos es que no haya subido el precio de las entradas. Te lo agradecemos, porque el fútbol te lo va a agradecer. Es algo impresionante y se ha logrado algo que nunca hubiéramos pensado”, llegó a decir, pero hoy la denuncia de ‘Football Supporters Europe’ apunta hacia todo lo contrario.
Precios desorbitados en las entradas del Mundial 2026
La asociación, que aglutina a aficionados europeos, denuncia, de hecho, que las entradas asignadas a las Asociaciones Miembro Participantes (APM), las cuales se suelen distribuir a través de clubes de aficionados oficiales o programas de fidelización, han llegado a unos precios completamente desorbitados.
Como ejemplo, mencionan que, según las tablas de precios distribuidas a las federaciones nacionales, el aficionado que quiera seguir el recorrido de su selección desde el primer encuentro en la fase de grupos hasta la final, tendría que gastar como mínimo 6.900 dólares, lo que, según denuncian, sería aproximadamente cinco veces lo que costaba ese periplo en el Mundial de Catar de 2022.
Además, explican que la categoría de precio más baja no estará disponible para los aficionados a través de sus federaciones, dado que la FIFA se quedaría con la reserva de esas entradas para la venta al público general, sometiéndolas así a un sistema de precios dinámico.
Por ello, desde la asociación de ‘Football Supporters Europe’ consideran esto una “traición” a la tradición en los mundiales y a los aficionados. Consideran que con esas políticas y estrategias lo único que buscan es “obtener el máximo beneficio del torneo”, en detrimento del aficionado.
“Creemos que este enfoque pone en riesgo la naturaleza misma del torneo”, ha dicho Ronan Evain, director ejecutivo de la citada asociación.
“Se necesita afición, se necesita la animación en las gradas, el colorido, el ambiente. Con estos precios, nada de esto ocurrirá”, ha denunciado, aseverando además que, por primera vez en un Mundial, no habrá homogeneidad en los precios de los partidos de la fase de grupo, con variabilidad en el valor de las entradas bajo criterios que califican de imprecisos o poco claros. De ese modo, aficionados de distintas selecciones podrían estar pagando precios distintos por la misma categoría de entrada, y en el mismo lugar.
“Estamos en torno a los 30.000 dólares para una familia de cuatro. La gran mayoría de los aficionados al fútbol no se lo pueden permitir. Ni siquiera en Europa", denuncian desde la ‘Football Supporters Europe’, incidiendo en el desembolso que supone acudir al evento deportivo, para el que además hay que pagar el desplazamiento y la estancia en Estados Unidos, Canadá o México.
El organismo rector del f útbol mundial asigna aproximadamente un 8% de las entradas a las federaciones nacionales para los partidos de su selección y sus aficionados más fieles, siendo ahí donde se centra el eje principal de la denuncia de la asociación, que también pone la vista en el resto de entradas.
Las entradas de la final, por encima de los 4.000 dólares
Las entradas para la final del Mundial en el estadio MetLife de Nueva York se distribuyen en tres categorías, costando la que califican de “económica” la friolera de 4.185 dólares, según las primeras informaciones, que remiten a la web de la FIFA.
Las dos categorías restantes son la estándar, de 5.575 dólares, y la premium de 8.680 dólares. Es decir, en euros, los valores oscilarían entre 3570 euros la más ‘barata’; 4.755 la estándar; y 7.404 la premium.
Al respecto, la FIFA dijo el pasado mes de septiembre que las entradas puestas a la venta desde su web costarían entre 60 dólares, es decir, unos 51 euros, para la fase de grupos y 6.730 dólares (5.727 euros) para la final. Sin embargo, como denuncia la asociación de ‘Football Supporters Europe’, dichos valores son por primera vez dinámicos, estando así sujetos a cambios.
El partido del día 26 de junio entre Egipto e Irán, una incógnita
Entre tanto, y más allá de las entradas, la otra polémica que ha golpeado recientemente a la FIFA es la que atañe al encuentro fechado para el próximo 26 de junio en Seattle. Allí, justo ese día, se enfrentan Egipto e Irán coincidiendo con las celebraciones del Orgullo en la ciudad. Ambas naciones, conocidas por su persecución a la homosexualidad, ya se han negado a jugar el que ha sido denominado ‘el partido del Orgullo’.
Expresando sus quejas al organismo rector del fútbol mundial, la Asociación Egipcia de Fútbol (EFA) ha enviado una carta "rechazando categóricamente" cualquier actividad relacionada con el apoyo a la homosexualidad durante el partido, recalcando que “contradicen directamente los valores culturales, religiosos y sociales de la región, especialmente en las sociedades árabes e islámicas".
Remitiéndose a los estatutos de la FIFA, según los cuales el organismo rector debe adoptar una postura neutral en cuestiones políticas y sociales, también Irán ha expresado su rechazo directo, calificándolo de “un movimiento irrazonable e ilógico que esencialmente señala el apoyo a un grupo en particular".
Ahora, a todo ello se suma la situación por los precios, y todo cuando aún no ha llegado el 2026 y faltan seis meses para el Mundial.