Las ventas de la industria, impulsadas por la subida de los precios y el fin de la crisis de suministros
La cifra de negocio de la industria ha crecido un 23,9% de media en los ocho primeros meses de 2022
Las actividades industriales que registran mayores subidas son las de refino de petróleo, fabricación de joyas y la del papel
A pesar de los buenos datos de facturación registrados hasta agosto, algunas cifras señalan ya una caída de la actividad industrial
A pesar de la incertidumbre económica, de la subida de los precios de las materias primas y de la fuerte factura energética que ha tenido que soportar, la industria española logró aumentar sus ventas un 23,9% en los primeros ocho meses del año. Así lo reflejan las cifras de negocio del sector, eliminados los efectos estacionales y de calendario, publicadas este viernes por el Instituto Nacional de Estadística.
Los números, que se refieren a la facturación de las diferentes actividades industriales, destacan una fuerte subida de aquellas relacionadas con la energía, concretamente con las de las coquerías y refino del petróleo. Estas han doblado sus ventas en el periodo (han crecido un 112%), y registran un incremento cercano al 85% con respecto al mes de agosto del pasado año.
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En el lado contrario, solo hay dos actividades que hayan visto como su facturación se reducía entre enero y agosto: la industria del tabaco, en la que cae un 3,1%, y la de fabricación de ordenadores y equipos de telecomunicaciones, cuyas ventas se redujeron un 2,8%.
El impacto del fin de la pandemia
La mejora acumulada en las ventas de la industria se debe fundamentalmente a tres factores:
- Por un lado, hay que tener en cuenta que la comparación se realiza con los primeros ocho meses de 2021, en los que se registró un parón de la actividad, sobre todo en el primer trimestre, motivado por la llegada de ómicron y también por el impacto de la borrasca Filomena.
- Aunque este año las fábricas han tenido que hacer frente a la crisis energética, con fuertes subidas del gas y la electricidad que han obligado en ocasiones a reducir la producción ante facturas inasumibles, hay otra crisis que el pasado ejercicio les supuso enormes problemas y que ya está superándose: la de los suministros, provocada por los cuellos de botella tras la pandemia.
- Por último, hay que señalar que el INE recoge las cifras de negocio en términos de facturación, incluyendo el efecto de la subida de los precios. Y hasta agosto, la inflación media anual se situó en el 9%.
Todos estos aspectos explican la mejora de las ventas del sector industrial en los ocho primeros meses de 2022, en el que además de las actividades de refino, destaca la de la fabricación de joyas, de bicis y motocicletas, la de la industria del papel o las de la industria del cuero y calzado.
Incremento mensual
En comparativa mensual, las ventas de la industria avanzaron un 4,1% respecto a julio, eliminando los efectos estacionales y de calendario; una tasa ocho puntos superior a la del mes anterior. En comparación con el mes de julio, solo la energía registra tasas negativas (-10%).
Destaca especialmente, la variación positiva de la fabricación de vehículos (38%), industrias extractivas (12%) y la fabricación de bebidas (10,5%).
Caída de los pedidos
Las buenas cifras de negocio del sector industrial publicadas por Estadística muestran, en cualquier caso, la evolución de las ventas hasta el final del verano; aunque hay otros datos que advierten ya de que la foto podría estar empezando a cambiar por la coyuntura económica.
Así lo avanzan los últimos datos de actividad de las fábricas españolas incluidas en el índice PMI manufacturero. Según este indicador, el mes de septiembre la actividad industrial se contrajo por el contexto de inflación y una demanda “indecisa”. Así, el índice volvió a situarse por debajo de 50 (lo que supone contracción de la actividad) y marcó su segundo peor dato desde el inicio de 2021.
Según los responsables de S&P Global Market Intelligence, que elaboran el índice, el pasado septiembre las fábricas tuvieron un mes "difícil" debido a que la producción y los nuevos pedidos descendieron y se registraron descensos en el nivel de empleo y la confianza a futuro.