VTC

La trampa de los "precios dinámicos" en las tarifas VTC que disparará el coste del servicio sin que puedas evitarlo

Conductores de VTC protestan ante dependencias de la Generalitat de Cataluña en una imagen de archivo. Europa Press
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Pagar más de lo acordado no es una sorpresa para los miles de usuarios que cada día demandan un servicio a las empresas de Vehículos de Transporte con Conductor, más conocidas como VTC. Los precios dinámicos son una práctica recogida en las condiciones de uso que se aceptan al darse de alta en estas empresas. Muchos viajeros desconocen que los precios que aparecen al contratar un desplazamiento tienen la consideración de "estimados" y que hay factores que pueden multiplicarlo sin comunicación previa y sin que puedan rechazarlo. Consumo ya investiga a estas empresas por algunos casos concretos.

Empresas como Uber, Bolt o Cabify han popularizado el uso de este tipo de precios dinámicos en el que se ajustan las tarifas en tiempo real según la oferta y la demanda y determinadas variables relacionadas con el estado del tráfico o problemas en las vías. Se trata de un sistema vinculado a la nueva economía que se diferencia de los taxis tradicionales, donde la tarifa está regulada y fijada por el taxímetro.

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Este modelo busca garantizar que siempre haya conductores disponibles, incluso en momentos de alta demanda, incentivando a los profesionales a conectarse a la aplicación cuando más se necesitan. Sin embargo, para los usuarios, implica que el precio mostrado al solicitar el servicio puede variar al finalizar el trayecto.

¿Por qué cambian los precios finales?

En el caso de Uber, la compañía explica que los precios dinámicos se aplican cuando la demanda de viajes supera la oferta de vehículos disponibles. Factores como mal tiempo, horas punta o eventos multitudinarios pueden disparar las tarifas. La aplicación informa al usuario antes de confirmar el viaje, pero el coste final puede variar si el recorrido se alarga por tráfico intenso, cambios de ruta o tiempos de espera adicionales.

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Además, Uber aclara que el precio mostrado es una estimación, y que el importe definitivo se calcula al finalizar el trayecto. Esto genera situaciones en las que el usuario paga más de lo previsto, especialmente en zonas congestionadas o con desvíos inesperados.

Algo parecido ocurre con la competencia de Bolt que en sus términos legales informa de que, cuando la demanda es alta, la aplicación muestra unas flechas junto a la categoría de viaje, indicando que se está aplicando tarifa dinámica. Los precios pueden aumentar en horas punta, eventos especiales o condiciones meteorológicas adversas.  

Al igual que en el caso de Cabify, aunque el usuario ve un coste estimado al solicitar el servicio, este puede cambiar si el trayecto se modifica o si se producen retrasos. Bolt reconoce que “un trayecto concreto puede no tener siempre el mismo precio”, lo que evidencia la falta de un precio cerrado y definitivo.

Finalmente, en el caso de Cabify, la empresa publica sus tarifas base en cada ciudad, pero también aplica suplementos en momentos de alta demanda. El precio mostrado en la aplicación es una estimación calculada según distancia, tiempo y condiciones de tráfico, y puede variar si el recorrido se modifica o si se añaden tiempos de espera.  

Cabify señala que los precios son públicos y consultables, pero admite que pueden incrementarse por causas externas. Esto incluye desvíos, paradas adicionales o congestión inesperada. En la práctica, el usuario no siempre paga lo que vio inicialmente en pantalla.

Las principales causas de variación son:  

  • Alta demanda de usuarios: más solicitudes que conductores disponibles.  
  • Condiciones externas: lluvia, tráfico intenso, accidentes o cortes de calles.  
  • Eventos especiales: conciertos, partidos de fútbol, festividades.  
  • Tiempo de espera adicional: retrasos del pasajero o paradas intermedias.  
  • Desvíos en la ruta: cambios solicitados por el usuario o impuestos por el tráfico.  

En algunos casos, el coste final puede llegar a multiplicar por cinco el precio habitual, lo que ha generado críticas y reclamaciones de usuarios.

Regulación y transparencia

Desde el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 se ha abierto un expediente informativo para investigar las "potenciales subidas" de precios de VTC denunciadas por los usuarios en aquellas comunidades autónomas que declararon la emergencia nacional u otro tipo de emergencia de protección civil.

En concreto, el departamento que encabeza Pablo Bustinduy ha señalado que esta práctica está prohibida por la normativa vigente, ya que el Gobierno aprobó tras la DANA una modificación de la misma.

Este cambio en la norma tenía como objetivo fijar que las empresas que usan precios dinámicos personalizados no puedan subir los precios como consecuencia de un aumento de demanda en un contexto de "urgencia, riesgo o necesidad" de la persona consumidora durante todo el tiempo que se mantenga vigente la declaración de alerta.

Así, la investigación se llevará a cabo en aquellas comunidades donde se decretó la emergencia de interés nacional, u otro tipo de emergencia de protección civil, el aumento de precio motivado por el aumento de la demanda, en sistemas de precios personalizados.

Se trataría de una infracción grave de la normativa de consumo, con sanciones de hasta 100.000 euros o hasta seis veces el beneficio ilícito obtenido.

Por su parte, asociaciones de taxistas han denunciado estas prácticas ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) por lo que consideran que es una "competencia desleal" ya que, con este sistema, denuncian un presunto engaño a los consumidores a pagar precios superiores a los acordados. También denuncian que se trata de una práctica que busca excluir al sector del taxi del mercado.