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Cinco consejos para planificarte financieramente si estás pensando en renunciar a tu empleo en 2025

¿Quieres dejar tu trabajo?. Getty Images
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En España, dejar un empleo por voluntad propia puede ser un movimiento liberador… pero también implica renunciar a ciertos derechos. El más importante: no hay derecho a la prestación por desempleo, es decir, a percibir el paro, si se dimite de forma voluntaria. Esa diferencia respecto a un despido, sea del tipo que sea, o a un fin de contrato cambia por completo las reglas del juego y hace completamente obligatorio planificar hasta el más mínimo detalle de esta transición. Aquí van cinco claves financieras que conviene tener claras si piensas dar el paso en 2025.

1.- Revisa tu situación financiera y haz números

El primer paso es poner en orden cuentas y gastos. La OCU recuerda en sus guías de consumo que lo fundamental al tomar decisiones laborales es evaluar la capacidad de mantenerse sin ingresos y tener claras las obligaciones financieras pendientes.

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Haz un presupuesto mensual con dos vertientes: gastos imprescindibles, en el que se incluyen partidas como el alquiler o la hipoteca, los suministros, gastos de alimentación básica… Y gastos prescindibles. Este ejercicio te permitirá tener una visión realista de cuánto necesitas cada mes para sobrevivir con dignidad y cuánto margen tienes para ajustes.

2.- Construye un colchón de emergencia de al menos seis meses

Si en un despido podrías contar con indemnización y, después, con paro, en una dimisión voluntaria no podrás contar con ninguno de esos ingresos. Por eso es clave tener un colchón de ahorro que cubra entre seis y nueve meses de gastos básicos. El Banco de España recomienda mantener un fondo de emergencia que suponga entre tres y seis meses de gastos fijos para afrontar imprevistos sin endeudarse.

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En este caso, conviene ser más prudente y apuntar hacia arriba, por lo que si tus gastos básicos son de 1.200 euros al mes, procura tener al menos entre 7.000 y 10.000 euros disponibles antes de renunciar a tu trabajo. Ese dinero debe estar en productos líquidos como cuentas remuneradas o depósitos a corto plazo, y no en inversiones volátiles.

3.- Reduce deudas antes de dar el paso

Cargar con préstamos personales o tarjetas de crédito al 18-20 % TAE puede convertirse en un lastre si te quedas sin ingresos estables. La OCU advierte de que el sobreendeudamiento es uno de los principales riesgos en hogares españoles, y recomienda eliminar primero todas aquellas deudas que tengan tipos de interés elevados.

Si planeas renunciar, dedica los meses previos a amortizar esas deudas. Reducir tus cargas fijas mensuales hará que tu colchón de ahorro dure más tiempo y te dará mayor tranquilidad en la transición.

4.- Ten en cuenta la cobertura de la Seguridad Social y otros beneficios

En España, renunciar implica perder el acceso inmediato al paro. Solo se podría solicitar prestación si, tras la renuncia, se logra otro contrato de al menos tres meses de duración y después este finaliza por causas ajenas a ti, según explica el propio SEPE.

Además, revisa cómo quedarán tus cotizaciones, ya que el hecho de dejar de trabajar implica también dejar de aportar a la pensión futura de jubilación. Puedes valorar suscribir un convenio especial con la Seguridad Social para seguir cotizando de forma voluntaria si prevés un parón largo. En paralelo, analiza si pierdes otros beneficios como pueden ser los seguros médicos de empresa, tickets de comida, planes de pensiones corporativos o el acceso a formación bonificada. Calcula cuánto te costaría mantenerlos por tu cuenta.

5.- Explora ingresos alternativos antes de renunciar

El mercado laboral español ha visto un auge del trabajo autónomo y las actividades secundarias. En el segundo trimestre de 2024 había 3,3 millones de autónomos en España, según la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos.

Antes de dejar tu empleo, prueba a generar ingresos por vías alternativas: facturación como autónomo, colaboraciones freelance, formación online, consultoría en tu área de experiencia o incluso el alquiler de habitaciones o viviendas turísticas si dispones de ellas. Cuanto más rodado llegues a tu renuncia, menor será la incertidumbre.

Es importante saber que, si te das de alta como autónomo, tendrás que abonar la cuota mínima mensual, que en 2025 está vinculada a los ingresos reales declarados (el tramo más bajo ronda los 225 euros mensuales para bases de cotización reducidas, según la Seguridad Social).

Dimitir no es saltar al vacío, si planificas bien

En España, dimitir tiene un coste financiero directo: no hay paro inmediato y se pierden beneficios laborales asociados al contrato. Por eso la preparación es más importante que el impulso.

Por eso, planificar con números claros, contar con un colchón amplio, liberarse de deudas, prever el impacto en cotizaciones y diseñar ingresos alternativos son los cinco pilares para que la renuncia en 2025 no sea un salto al vacío, sino una transición controlada.