Coche eléctrico

Así cambiará nuestra forma de ir al trabajo con la nueva Ley de Movilidad Sostenible: más bicicleta y coche compartido

La nueva ley de movilidad apuesta por la bicicleta, los vehículos compartidos o eléctricos para los desplazamientos. Europa Press
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Contra todo pronóstico y a pesar de las dificultades, la Ley de Movilidad Sostenible continúa su tramitación parlamentaria en el Senado tras su aprobación por la mínima en el Congreso de los Diputados. Muchos son los cambios que introduce esta normativa en su empeño por modificar la forma en cómo nos desplazamos para adaptarnos a los nuevos requisitos climáticos de forma que el conjunto de las Administraciones prioricen nuevas modalidades de transportes como las bicicletas o los vehículos compartidos.

En primer plano figuran la promoción de modos no motorizados, la creación de infraestructuras y la coordinación entre administraciones, así como mecanismos de seguimiento y transparencia para garantizar que las políticas se cumplen y se adaptan a las realidades urbanas.

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Estos son los cambios principales y lo que significan para ciudadanos, conductores y empleadores:

Impulso a la movilidad activa: bicicleta y a pie como eje de urbanismo

  • La ley refuerza la prioridad de la movilidad activa como corazón de las políticas de transporte.
  • Se promueve la peatonalización y la creación de redes de ciclovías y rutas seguras, así como la accesibilidad universal para personas con discapacidad.
  • Se facilitan los desplazamientos a pie o en bicicleta para trayectos cortos, especialmente en entornos urbanos.
  • Se reduce la dependencia del coche particular en favor de soluciones más sostenibles.
  • Mejoras en señalización, iluminación y confort de estas infraestructuras para fomentar su uso diario y seguro.

Intermodalidad y redes de infraestructuras para usuarios no motorizados

  • Nuevos criterios para distribuir de forma equilibrada el espacio urbano entre motor y no motor.
  • Impulso para la creación de redes intermodales que conecten estaciones de transporte público con áreas para bicicletas y peatones, con presencia de estaciones de intermodalidad y terminales que faciliten cambios de modo.
  • Apoyo y promoción de la interoperabilidad de sistemas de movilidad y tarjetas, de modo que un usuario pueda usar diferentes medios con un único respaldo de pago o una misma plataforma.
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Movilidad compartida y vehículos de alta ocupación o cero emisiones

  • La ley incentiva el uso de vehículos compartidos y de alta ocupación como parte de la estrategia de reducción de emisiones y de congestión.
  • Apoyo e impulso de medidas para facilitar la oferta de servicios de coche compartido, motocicletas compartidas y plataformas de movilidad bajo demanda, siempre con criterios de seguridad y regulación adecuada.
  • En ciudades grandes se contemplan carriles o franjas reservadas para transporte público, taxis, bicicletas y vehículos de cero emisiones, con posibilidad de extender estas medidas a ciudades de menor tamaño cuando sea viable.
  • Se potencia la conectividad entre modos y la continuidad de los carriles hacia intercambiadores y nodos urbanos.

Infraestructuras para movilidad sostenible: recarga y eficiencia energética

  • Integración y fomento de infraestructuras de recarga para vehículos eléctricos y de cero emisiones, incluyendo gasolineras que podrían adaptarse para ofrecer servicios compatibles con la nueva movilidad.
  • Se da prioridad a la instalación de redes de recarga y de estaciones de servicio compatibles con vehículos eléctricos, con enfoque en eficiencia energética, uso de energías renovables y edificios de consumo casi nulo.
  • Trasladar esta transición eléctrica a las flotas empresariales y públicas, buscando soluciones de movilidad más limpias.

Apoyo a empresas para fomentar la movilidad sostenible

  • Promoción de planes de movilidad sostenibles en el sector público y privado.
  • Las empresas con centros de trabajo por encima de ciertos umbrales de plantilla deben desarrollar planes de movilidad dentro de un plazo establecido (con variaciones autonómicas).
  • Los planes empresariales deben contemplar medidas para movilidad activa, transporte público, movilidad de bajas emisiones, movilidad compartida, recarga de vehículos cero emisiones, teletrabajo cuando sea posible y formación en movilidad y seguridad vial.
  • Se debe considerar a visitantes, proveedores y coordinarlos con planes locales.
  • La implementación y el seguimiento de estos planes tiene que ser negociados con la representación de los trabajadores y se presentan informes de implantación cada dos años.
  • Los planes deben incluir objetivos y medidas concretas para favorecer la intermodalidad y reducir la dependencia del automóvil privado.
  • Entre las medidas posibles se encuentran programas de financiación para la adquisición de bicicletas o vehículos compartidos por parte de empresas, ayudas para instalar infraestructuras de recarga y servicios de mantenimiento de flotas sostenibles.
  • La normativa también crea figuras de gestor de movilidad y permite el uso de tarjetas de transporte emitidas por terceros, con un registro en EDIM (Espacio de Datos Integrado de Movilidad). Este registro facilita la recopilación y el análisis de datos agregados para informar políticas y ajustes.

Accesibilidad, género e inclusión en la movilidad

  • La ley enfatiza la necesidad de una perspectiva de género y discapacidad en el diseño de infraestructuras y servicios. Se solicita análisis de impactos y la participación de asociaciones de discapacidad para asegurar que las mejoras en movilidad sean inclusivas y accesibles para todas las personas.
  • La universalidad de derechos y la accesibilidad deben guiar las inversiones en infraestructura, señalización y servicios, garantizando que nadie quede fuera de la nueva oferta de movilidad.

Atención a gasolineras y movilidad de personas con problemas de movilidad

  • El marco regulatorio contempla que las infraestructuras de transporte, incluidas gasolineras, se adapten para servir a la movilidad sostenible.
  • Se plantea la posibilidad de convertir o adaptar puntos de suministro para que integren servicios de recarga para vehículos eléctricos, con oferta de servicios adyacentes que faciliten la experiencia de movilidad sostenible.
  • En cuanto a las personas con problemas de movilidad, se buscan soluciones que permitan un acceso sencillo a los sistemas de transporte, así como a estaciones y puntos de recarga, con diseño universal y asistencia cuando se necesite.
  • Se prevé que la coordinación entre administraciones y proveedores de servicios se traduzca en rutas más accesibles, información clara y apoyo operativo para quienes requieren atención especial.

Con estas medidas, se espera una reducción de emisiones y una mejora en la calidad del aire, junto con menos ruido y una menor congestión en centros urbanos. Se prevé que más personas adopten la bicicleta como modo de transporte cotidiano y que los sistemas de movilidad compartida ganen presencia justo cuando se dispone de infraestructuras adecuadas.