La solución para superar la crisis o hacer negocio: comprar una licencia de taxi, pese a Uber y Cabify

  • Si quieres ser taxista y necesitas saber cómo obtener tu licencia de taxi, en este artículo te contamos cuáles son los pasos que debes dar

  • Lo habitual es que cada taxista cuente solo con su propia licencia y que ésta sea su seguro de subsistencia

  • Lo más económico es comprar la licencia a un particular

Ser taxista se ha convertido en una profesión de cierto riesgo teniendo en cuenta que vivimos en plena era de Uber, Cabify y otras soluciones alternativas para el transporte de pasajeros (el llamado sector de las VTC).

Con todo, a día de hoy, sigue siendo una salida rentable que permite a quienes cuentan con una licencia propia contratar a otra persona para que se haga cargo del trabajo y seguir cobrando un salario aceptable. Por ejemplo, en la ciudad de Madrid, un total de 6.180 licencias son explotadas por empleados de sus propietarios, frente a las 15.723 que existen, según un estudio realizado por el Ayuntamiento de Madrid en 2017.

Además, al contrario de lo que sucede con las licencias VTC, las del sector del taxi no se acumulan en unas pocas manos: lo habitual es que cada taxista cuente solo con su propia licencia y que ésta sea su seguro de subsistencia. Si es tu caso y te planteas ser taxista pero necesitas saber cómo obtener tu licencia de taxi, en este artículo te contamos cuáles son los pasos que debes dar.

¿Cuáles son los requisitos para obtener una licencia de taxi?

El primer dato importante es que el servicio de taxi se regula a nivel municipal, por lo que deberás investigar la normativa aplicable en aquella zona en la que desees trabajar. Las condiciones para hacerte con una licencia de taxi las marcará el Ayuntamiento aunque, en general, tal y como recoge la web Oficinaempleo.com, no suele ser necesario estar empadronado en dicho municipio para poder obtenerla.

Los requisitos que debes cumplir pueden variar en función de la zona pero, en general, se pueden resumir en los siguientes:

  • Contar con el permiso de conducir B

Hasta diciembre de 2015 era necesario contar, además de con el permiso de conducción B, con el llamado permiso BPT, que consistía en una serie de preguntas específicas para la conducción de vehículos como taxis y otros destinados al transporte de pasajeros. Incluía pruebas de tipo teórico, práctico y psicofísico. Este permiso desapareció a raíz de una modificación del Reglamento General de Conductores para equiparar la normativa española a la europea, que tan solo recoge tres tipos de permisos: el B para turismos, el C para camiones y el D para autobuses.

  • Superar el examen del Ayuntamiento

Cada consistorio tiene sus propias pruebas, que suelen consistir en preguntas tipo test de diferente temática (psicotécnicas, conocimientos del medio, itinerarios, centros de interés, tarifas y normativa aplicables…) En algunas ciudades es necesario también un informe médico.

  • Adquirir una licencia de taxi

Este es sin duda el paso más importante: las licencias de taxi suelen estar muy cotizadas y suponer un desembolso importante de dinero, aunque ambos factores variarán en función de la ciudad (al igual que pueden hacerlo tus ingresos).

Puedes adquirirla tanto con coche preparado como sin él, por lo que, en el segundo caso, deberás contar también con el gasto de comprar uno de los vehículos homologados en tu ciudad, así como adaptarlo a las necesidades de un taxi (pintura, taxímetro, medidas de seguridad…) y pasar los controles específicos para poder comenzar a circular.

¿Cómo obtener una licencia de taxi?

Conseguir adquirir una licencia de taxi puede ser una tarea complicada, sobre todo teniendo en cuenta que su número es limitado y que en muchas ciudades no se están creando nuevas plazas. Lo habitual suele ser hacerse con una cuando algún propietario quiera deshacerse de la suya, bien porque vaya a jubilarse o por cualquier otra razón.

En cuanto al precio, éste no está regulado: se rige por la ley de la oferta y la demanda. Así, existen licencias a partir de 50.000 euros o incluso menos, mientras que otras veces su precio se eleva hasta los 200.000 euros. También hay que valorar la zona en la que podrás operar: no es lo mismo un área rural que una gran ciudad. De la misma forma, los días libres correspondientes a tu licencia también modifican su valor. Si la licencia que vas a adquirir cuenta con días libres justo en las jornadas menos rentables, será más cara (como es lógico) que si ocurre lo contrario.

Por último, normalmente suele ser más económico comprar tu licencia a un particular que acudir a una empresa de compraventa.

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