¿El casero no declara el alquiler del piso? Multas y sanciones que todo propietario debe conocer
El arrendador está obligado a declarar lo que percibe del inquilino, pudiendo deducir determinados gastos
Las consecuencias de no declarar un alquiler pueden ser mucho más costosas que los impuestos que se pretendía evitar
Atención propietarios de vivienda en alquiler: así se deben declarar en la Renta los impagos del inquilino
MadridLa economía sumergida ligada al alquiler de viviendas en España sigue siendo un fenómeno preocupante para la Agencia Tributaria. Aunque muchos propietarios desconocen las implicaciones legales de no declarar los ingresos por arrendamiento, esta omisión puede derivar en sanciones económicas muy severas, además de la pérdida de incentivos fiscales clave en la declaración de la renta.
Hay que tener claro que los ingresos obtenidos por alquilar un inmueble deben incluirse en la declaración anual del IRPF como rendimientos del capital inmobiliario (art. 22 de la Ley del IRPF). El arrendador está obligado a declarar lo que percibe del inquilino, pudiendo deducir determinados gastos relacionados con el inmueble (IBI, comunidad, seguros, reparaciones, etc.) que minoran el beneficio fiscal.
Según la Agencia Tributaria, esta obligación no depende de si el alquiler se ha pactado verbalmente o por escrito: todo ingreso recurrente por ceder el uso de un inmueble está sujeto a tributación.
Multas y recargos por no declarar el alquiler
La no declaración del alquiler puede conllevar una revisión por parte de Hacienda y la imposición de multas proporcionales a la cantidad no ingresada. Estas sanciones se dividen en tres niveles:
- Infracción leve: si lo no declarado no supera los 3.000 euros y no hay ocultación deliberada, la multa puede alcanzar hasta el 50% de lo defraudado.
- Infracción grave: si se supera ese umbral y existe intención de ocultar la información, la multa oscila entre el 50% y el 100%.
- Infracción muy grave: si se emplean medios fraudulentos (documentación falsa, estructuras simuladas), la multa puede elevarse hasta el 150% del importe dejado de declarar.
En todos los casos, la Agencia Tributaria podrá exigir el pago de los impuestos dejados de ingresar, intereses de demora y, si procede, recargos adicionales.
Pérdida de reducciones fiscales
otra de las consecuencias más importantes de no declarar el alquiler es la pérdida del derecho a la reducción del 60% sobre el rendimiento neto del arrendamiento cuando se trata de vivienda habitual del inquilino. Esta reducción, contemplada en el art. 23.2 de la Ley del IRPF, solo es aplicable si los rendimientos han sido declarados correctamente en plazo. Si Hacienda detecta el alquiler de oficio, el propietario pierde automáticamente este beneficio, lo que incrementa sustancialmente la base imponible.
Cómo detecta Hacienda los alquileres no declarados
La Agencia Tributaria ha perfeccionado sus mecanismos de control mediante el cruce de datos con:
- Consumos de agua, luz y gas en inmuebles que no figuran como habitados por el titular.
- Denuncias de inquilinos o vecinos.
- Depósitos de fianzas en organismos autonómicos de vivienda.
- Información bancaria sobre ingresos recurrentes por importes similares al de un alquiler.
- Plataformas de alquiler vacacional (Airbnb, Booking, etc.).
El Plan Anual de Control Tributario de 2024 vuelve a poner el foco en la detección de arrendamientos ocultos.
El alquiler de una vivienda puede ser una fuente de ingresos estable y legal, siempre que se declare correctamente. Las consecuencias de no hacerlo pueden ser mucho más costosas que los impuestos que se pretendía evitar. Cumplir con Hacienda no solo es una obligación legal, sino también una forma de acceder a beneficios fiscales y evitar conflictos futuros. En un contexto de digitalización y control reforzado, ser transparente es la mejor estrategia.