Ley de Vivienda

Un arquitecto explica qué es lo más caro al reformar una vivienda: "El precio final depende de factores invisibles"

Reformas
Más del 60% de los edificios en España tienen más de 40 años. Pixabay
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Cuando se piensa en una reforma integral, muchos propietarios creen que lo más costoso serán los acabados visibles, como la elección de un suelo de calidad, una encimera de cocina exclusiva o un baño con sanitarios de diseño.

Sin embargo, la experiencia y los estudios recientes demuestran que la realidad es muy distinta. Lo que acaba disparando el presupuesto son los trabajos que no se ven, aquellos que afectan a la estructura, las instalaciones ocultas o la adaptación del inmueble a nuevas exigencias normativas.

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Un informe del Observatorio de la Vivienda y Suelo del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana señala que más del 60% de los edificios en España tienen más de 40 años, lo que implica que gran parte de las reformas deben afrontar actuaciones estructurales y de mejora de eficiencia energética.

En este contexto, José Luis Esteban Penelas, catedrático de Arquitectura en la Universidad Europea, apunta que “el precio final de la reforma depende de muchísimos factores invisibles, como por ejemplo, la antigüedad del edificio, el grado de acabados que quiera el propietario o si se trata de una vivienda de alto standing o media”.

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Intervenir en la estructura dispara los costes de la reforma

Uno de los aspectos que más encarece una reforma es la modificación de elementos estructurales. Ampliar espacios tirando tabiques puede parecer sencillo, pero cuando esos muros son de carga, el trabajo es mucho más complejo.

El propio Esteban Penelas lo explica: “Si una vivienda quiere conseguir grandes espacios, hay que intervenir en la estructura vertical del edificio en los pilares, con lo cual hay que sustituir esta estructura vertical por unas grandes vigas que soporten y que transmitan la carga soportada por este pilar”.

El impacto económico de este tipo de actuaciones es enorme, ya que implica cálculos técnicos, materiales de alta resistencia y mano de obra muy especializada. Además, deben llevarse a cabo bajo estrictas medidas de seguridad, lo que añade más tiempo y recursos al presupuesto final.

La antigüedad del edificio y el aislamiento

La antigüedad es otro factor determinante. Según Eurostat, el 40% del parque de viviendas en España fue construido antes de 1980, lo que implica carencias notables en aislamiento y eficiencia energética. Reformar este tipo de inmuebles requiere sustituir instalaciones eléctricas y de fontanería obsoletas, además de reforzar paredes y ventanas para reducir el consumo energético.

Como recuerda Esteban Penelas, “también depende del estado del edificio y de si hay que potenciar el aislamiento”. Aunque el propietario no lo perciba como prioritario, invertir en aislamiento térmico y acústico no solo eleva el confort, sino que también se traduce en un ahorro energético estimado en torno al 30%, de acuerdo con el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).

Los acabados, menos determinantes de lo que parece en una reforma

Existe una creencia generalizada de que lo más caro son los acabados de lujo. Sin embargo, aunque encarecen el presupuesto, rara vez superan el impacto económico de las partidas invisibles, “en general lo más costoso de la reforma no se puede enfocar exclusivamente en una partida de la obra, sino en el precio total de los precios de la obra global”.

El informe anual de la Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción refleja que los acabados representan de media entre el 25% y el 30% de una reforma integral, mientras que la estructura, las instalaciones y el aislamiento pueden alcanzar hasta un 50% del presupuesto.

La necesidad de un arquitecto

Otro aspecto que muchos desconocen es la importancia de contar con un arquitecto. No se trata solo de un diseñador, sino del profesional que asegura que la obra cumple con las normativas, que las modificaciones estructurales se hacen de forma segura y que se optimizan los recursos.

Todo es posible hacerlo, por supuesto bajo las máximas medidas de respeto a la seguridad estructural y constructiva, y contando por supuesto con el apoyo de un profesional de la arquitectura”, recalca Esteban Penelas.

De hecho, el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España ha advertido que gran parte de los sobrecostes en reformas provienen de errores de planificación inicial. Un proyecto bien definido desde el inicio reduce en torno a un 20% los desvíos presupuestarios.

La estructura, el estado del inmueble, el aislamiento y las instalaciones forman un bloque que determina el presupuesto mucho más que la elección de materiales de lujo.